En una rueda de prensa, la secretaria general de este sindicato, Isabel Medina, ha explicado que "se les acusa de atentar contra la salud de la ciudadanía", si bien los trabajadores son los que "sufren acoso cada vez que sale una noticia de Cosmos, cuando saben que la realidad no es cómo se pinta".

Así, Medina ha señalado que "la plantilla no entiende la obcecación contra Cosmos, porque saben que se cumple la normativa", a lo que ha añadido que "la incertidumbre sobre su futuro laboral, así como las críticas que reciben de sus propios vecinos cuando la empresa cumple la normativa medioambiental sobre emisión de gases contaminantes les está provocando a ellos y a sus familias mucho estrés y ansiedad".

"No entendemos está obcecación cuando se cumplen todas las normativas, se hace un seguimiento exhaustivo del cumplimiento de todas las normativas medioambientales desde la Junta de Andalucía, desde la Fundación Laboral Andaluza del Cemento y Medio Ambiente (Flacema), y hasta el delegado de Medio Ambiente de la fábrica", ha remarcado la responsable sindical, quién ha cuestionado "por qué nadie se preocupa de los trabajadores, por la situación que viven ellos y sus familiares".

En este sentido, la secretaria de Construcción ha hecho hincapié en que "los más interesados por que se cumpla la normativa somos CCOO". "Desde CCOO se vigila por la salud de la ciudadanía; se da formación continuamente, se está en los foros de decisión". Por ello, ha criticado "la actitud de algunos grupos políticos". "Las decisiones políticas hay que tomarlas no solo para defender el medio ambiente, también para defender los puestos de trabajo en una ciudad con tanta precariedad y con la poca industria que hay", ha dicho.

En la misma línea se ha manifestado el delegado de CCOO en Cosmos, Bernardo Abad, quien ha aseverado que "las manifestaciones políticas gratuitas, sin fundamento, afectan física y mentalmente a los trabajadores". "Si fuera por unos motivos medioambientales o industriales que no cumples, eso sería un problema de la empresa y las administraciones la sancionarían y la pararían", pero "no se fundamentan en nada legal", ha razonado.

"Lo que no queremos es que de cara a las próximas elecciones municipales nos tomen como moneda de cambio", ha advertido Medina, quien ha remarcado que "los trabajadores temen que la fábrica se canse de la situación, eche el cierre y al final quienes pierden son los trabajadores".