Delantal al cinto, melena en superávit, José Castor Vázquez Cuntín (Ponteareas, Pontevedra, 3-12-1976) es barman del restaurante que desde hace 26 años tutela su madre, Pilar Cuntín, el Ría de Vigo, antes Cafetería Brasilia, tangente al desaparecido cine Casablanca.

Pero no sólo barman. También técnico superior en Realizaciones Visuales y productor musical desde 2000, (conciertos, teatro y danza) a través de UB Producciones Culturales, antes Sueños Clandestinos o Suburbia, que comparte con su amigo Juanjo Claramonte.

La filosofía de la productora (UBproducciones.com) «es la diversidad cultural; música, tecnología, videoarte, nuevas tendencias y sobre todo fusiones de estilos, más raíces, teatro y rondalles», explica quien estudió en el colegio Santiago Apostol de Pontevedra, y después, ya en Alicante, se sentó en un pupitre de los Franciscanos, «desde sexto de EGB. Quedaba cerca del bar y casa».

Se trasladó luego al instituto Jorge Juan, donde remató BUP y COU; al Luis García Berlanga de Sant Joan; y al departamento de Imagen de la Diputación. «Y de publicitario en Madrid (Full Fiction), para la ONCE y casas de whiskey». Impulsor de espectáculos en defensa de los animales y colaborador del festival Alacant Desperta, ahora prepara el nuevo Tomaca Rock de Mutxamel, que, junto a grupos del terreno, podría contar con bandas de Tokio y Nueva York propagadoras del ska jass y el reggae.

También alentó Alternativa por la Liberación Animal (ALA) y trabajó en la Fundación Anselmo Lorenzo de Estudios Libertarios. Ahora no está afiliado «a nada», y se queja de que el Ayuntamiento de Alicante «no apoye a la infinidad de bandas y grupos de teatro que no tienen ni donde actuar, mientras en Galicia, la Xunta, paga más del 50% de los locales del circuito cultural».