El presidente del Parlamento Europeo (PE), Hans-Gert Pöttering, se comprometió hoy durante la reunión que mantuvo en Estrasburgo (Francia) con los padres de Sandra Palo, la joven brutalmente asesinada en mayo de 2003, a promover la unificación de la legislación europea sobre la responsabilidad penal de los menores mediante la elaboración de un informe para analizar el incremento de la delincuencia juvenil en el ámbito comunitario.

La Comunidad de Madrid se convierte así en la primera región europea que acude al Parlamento Europeo a solicitar que se abra un debate sobre la normativa penal que afecta a los menores. Pöttering recibió por sorpresa a los padres de la joven asesinada, quienes le trasladaron la necesidad de coordinar políticas en esta materia.

"El encuentro ha sido enormemente positivo y muy excepcional. Sorprende que se haya conseguido una iniciativa que ponga en marcha los mecanismos de la Vieja Europa, que son difíciles. Es tal el peso y la razón de los padres de Sandra Palo que el Parlamento Europeo ha respondido a las expectativas que teníamos", celebró Prada.

"Me siento bastante aliviada"

Tras la reunión, los padres de Sandra Palo trasmitieron su júbilo a los periodistas por la buena marcha de la entrevista y agradecieron el compromiso adquirido por Pöttering por representar un paso "muy importante", teniendo en cuenta que su batalla legal se inició hace cinco años. "Me siento bastante aliviada porque para mí ha sido un paso muy agigantado. Ha sido algo que pensábamos que jamás sería realidad. Hasta el domingo no me lo creía, pero hoy he sido escuchada", celebró.

"Por mi hija no se podrá hacer nada por ser una Ley no retroactiva, pero sí se podrá hacer por otras personas. No queremos que haya más Sandras Palo. Que no haya más víctimas sin nombre. No queremos que vuelva a ocurrir. Por eso no venimos ni a pedir Justicia ni a dar pena, sino reivindicar que fuéramos escuchados", proclamó.

María del Mar Bermúdez aprovechó la ocasión para reclamar la rebaja de la edad penal de los menores, poniendo como ejemplo el caso de Rafael G.F., alias 'Rafita', uno de los tres menores condenados por su participación en brutal crimen. 'Rafita' cumplió cuatro años de internamiento en un centro de menores y actualmente disfruta de un régimen de libertad vigilada.