El rey, Felipe VI, ha afirmado este miércoles que la Constitución es "la culminación de un proceso que supone el mayor éxito político de la España contemporánea" durante la celebración en el Congreso del 40 aniversario de la Carta Magna, en un discurso en el que ha aludido a la "reconciliación", al "entendimiento" y al "espíritu integrador" que la hicieron posible y que hoy siguen "plenamente vigentes". A la "tarea de construir España" en base a estos valores "dedico mi vida y todos mis esfuerzos", ha asegurado.

En un discurso trufado de citas de los Padres de la Constitución sobre las diferencias que, a pesar de todo, permitieron redactarla, Felipe VI ha destacado que es "el gran pacto nacional de convivencia" y "la primera realmente fruto del acuerdo y del entendimiento", con la "voluntad de resolver los conflictos y discrepancias a través del diálogo, respetando las leyes y los derechos". "Esos valores y esos ideales no podemos ni olvidarlos ni desvirtuarlos, sino reivindicarlos hoy con toda legitimidad", ha afirmado.

De cara al futuro, y "para evolucionar", el Rey ha instado a "sumar ese inmenso patrimonio de libertades, derechos y bienestar a la voluntad de ir adaptando y moldeando nuestra manera de hacer y de vivir a la realidad  ecada momento, con espíritu crítico pero siempre constructivo".

El rey ha intervenido ante una sesión histórica en el Congreso que ha reunido no sólo a diputados, senadores y exparlamentarios en el hemiciclo. También a los cuatro expresidentes vivos y a los reyes eméritos, don Juan Carlos y doña Sofía, acompañados también por la Princesa de Asturisa y la infanta Sofía.

Ante ellos ha proclamado que "transcurridos ahora ya 40 años, podemos decir que bajo la vigencia de nuestra Constitución España ha vivido, sin duda, el cambio político, territorial, internacional, económicos y social más profundo y más radical de su historia".

Según ha dicho, la Constitución permitió la "reconciliación", en un "abrazo que estaba también lleno de futuro esperanza" para legar, "por encima de todo, una "España reconciliada". El entendimiento, ha añadido, puso fin "a la persecución política y a la intolerancia".

En tercer lugar, el Rey ha destacado la "vocación integradora" de la Constitución, "que no suprime uniformidad, ni significa olvidar o suprimir la diversidad territorial, ni negar la pluralidad, sino asumir y reconocer todas ellas en una realidad nacional común".

"Nunca antes en nuestra historia se había diseñado y construido una arquitectura territorial con tan profunda descentralización", ha apuntado aludiendo también al "reconocimiento y protección de nuestras lenguas, tradiciones, culturas e instituciones". "La Constitución, si no de todos, porque ello es imposible, nació con vocación de poder ser asumida por todos".

Felipe VI ha señalado que entre los aspectos que la Constitución afirmó se encuentra la "Monarquía Parlamentaria". "El Rey es símbolo de unidad", ha dicho antes de recordar cuando, siendo príncipe heredero, la juró en 1986 y cuando en junio fue proclamado Rey como muestra de su compromiso "con la Constitución que nos trajo la democracia y la libertad".

La Constitución, ha dicho, "es un gran éxito colectivo pero no ha sido fácil" y ha recordado a las víctimas del "fanatismo y la sinrazón terrorista" que "estarán siempre, con la mayor dignidad en nuestra memoria".

Cuatro décadas después del referendum del 6 de diciembre de 1978, Felipe VI ha asegurado que es necesario "reivindicar la plena vigencia" de la Constitución, que es un "mandato permanente de concordia entre españolas, la voluntad de entendimiento y de integación

"La Corona está ya indisolublemente unida -en la vida de España- a la democracia y a la libertad", ha asegurado Felipe VI, que ha terminado su discurso dando las "gracias" en las cuatro lenguas oficiales.