Para ello, desde el pasado día 2 de diciembre, los agentes de Medio Ambiente del Cabildo han procedido a la realización de varios servicios, tanto desde tierra como desde el mar, para averiguar el origen y la posible autoría de los hechos, tras la denuncia de varias organizaciones conservacionistas de la isla.

Dentro de las amenazas más habituales que afectan a esta especie se encuentra, durante la época de reproducción, la depredación de huevos y pollos por especies introducidas (principalmente gatos y ratas), el "pardeleo" (caza ilegal de pollos), la colisión con los tendidos eléctricos y la contaminación lumínica que desorienta a los jóvenes, así como, ya en alta mar, la captura accidental en artes de pesca.

Las diligencias llevadas a cabo por los agentes hasta el momento parecen apuntar hacia esta última causa como el origen de la aparición de los ejemplares muertos o heridos.

El consejero de Medio Ambiente y Servicios, Juan Manuel González, recuerda que cualquier acción llevada a cabo con el propósito de dar muerte, capturar, perseguir o molestar, así como destruir o deteriorar los nidos, vivares y lugares de reproducción, invernada o reposo, de esta o de cualquier otra especie protegida, "está prohibida y es sancionable conforme a la normativa vigente". Asimismo, agradece la colaboración ciudadana en la resolución de este caso.