No contamina, es silencioso, evita los atascos y mantiene en forma. Es la bicicleta, un medio de transporte cada vez más popular en la ciudad de Madrid, según un estudio presentado ayer por la asociación Pedalibre.

En la capital, dentro del entorno de la M-30, circulan cada día 217.724 vehículos (datos del Consistorio); de ellos, uno de cada 200 (1.088) es una bicicleta, según la encuesta. Aunque el número de personas que la usa esporádicamente asciende a más de 100.000 si se cuentan los velocípedos que salen a la calle el Día de la Bicicleta.

«Cualquiera lo puede comprobar», explica el portavoz de Pedalibre, Iñaki Díaz, «cada vez hay más ciclistas por Madrid. Si ahora son el 0,5% del total, hace cinco años no llegaban al 0,1%», estima.

Un medio de transporte

La encuesta se ha centrado sobre todo en las vías urbanas que no disponen de carril-bici. El 53% de los ciclistas utiliza las dos ruedas por motivos de desplazamiento (un 56%), frente al 43% que lo hace por deporte o diversión, lo que indica, según Díaz, «que la cultura de la bici cada vez está más implantada, aunque no lo suficiente», como señala el hecho de que el 80% de los usuarios sean varones, «lo que no pasa en otras ciudades, como Barcelona o San Sebastián, con mayor tradición velocípeda», afirma.

Sin embargo, la falta de carriles-bici también hace que muchos ciclistas se salten las normas por miedo a ser atropellados: el 27% de los ciclistas circula por la acera.

Para Pedalibre, a las vías ciclistas de la región (90 kilómetros en total) aún les falta mucho para rivalizar con otros medios de transporte: «Haría falta que el anillo verde que discurre casi paralelo a la M-40 se conectara con el centro y que los carril-bici fueran más anchos y con menos cruces por los que pasen coches», asegura Díaz.

A dos ruedas y sin motor

Pilar Rivero. funcionaria y ciclista. 37 años. «Pedaleo 12 kilómetros al día»

«La uso para el trabajo, para comprar en el súper y para ir al cine», asegura Pilar, una ciclista de vocación que cada día coge su bicicleta para ir al trabajo. «Pedaleo 12 kilómetros al día. Vivo en Marqués de Vadillo, y mi oficina está en Canal», explica. «No tardo más de 30 minutos en hacer el recorrido. No es que sea ninguna atleta, porque voy muy despacio», asegura.

Pilar descubrió el mundo del velocípedo y «desde entonces», dice, «no lo cambio por nada. Ni siquiera me voy a sacar el carné de conducir. Me libro de atascos y no contamino». Aunque nunca ha tenido ningún accidente, reconoce que la cultura de la bicicleta en Madrid es aún escasa, «tuve que insistir durante meses a mi empresa para que me pusieran un aparcamiento».