Las investigaciones se iniciaron cuando los agentes tuvieron conocimiento que un joven decía haber sido abordado a la salida de un cajero en una plaza de Algemesí, cuando acababa de realizar una extracción de dinero, por dos hombres con navajas y se habían apoderado de su bandolera.

En el transcurso de las investigaciones, la víctima de manera espontánea manifestó a los agentes que no había sido víctima de ningún robo, y que el dinero lo había utilizado para saldar una deuda que tenía con amigo. Había denunciado el robo para poder cobrar del seguro, por lo que los policías lo detuvieron como presunto autor de un delito de simulación de delito.

El detenido, sin antecedentes policiales, tras ser oído en declaración fue puesto en libertad, no sin antes ser advertido de la obligación de comparecer ante la Autoridad Judicial cuando para ello fuese requerido.