Serbia ordena la retirada urgente de su embajador en Washington

  • Es la primera medida urgente que se aplicará a todos los países que reconozcan la independencia de Kosovo.
  • Kostunica subraya que la declaración de EE UU "no puede hacer verdadero a un Estado falso".
El primer ministro serbio, Vojislav Kostunica (REUTERS).
El primer ministro serbio, Vojislav Kostunica (REUTERS).
El primer ministro serbio, Vojislav Kostunica (REUTERS).
El Gobierno serbio ha ordenado este lunes la retirada urgente de su embajador en Washington como reacción al reconocimiento de la independencia de Kosovo por parte de Estados Unidos.

Así lo ha anunciado el
primer ministro serbio, Vojislav Kostunica, al abrirse en Belgrado una sesión del Parlamento que deberá sancionar la
decisión de anular la independencia declarada este domingo por los albanokosovares.
Ante el mundo entero se ha mostrado la cara de violencia de la política estadounidense
"El Gobierno de Serbia ha ordenado que el embajador en Washington regrese a Belgrado. Ésta es la primera medida urgente que se aplicará a todos los países que reconozcan la independencia", afirmó Kostunica.

"Poco antes del inicio de esta sesión, hemos podido ver que la secretaria de Estado norteamericana dijo que
Estados Unidos reconoció el estado falso de Kosovo", dijo el primer ministro serbio a los parlamentarios, en una sesión transmitida en directo por las televisiones locales.

"Antes de Estados Unidos, lo había hecho (el reconocimiento) sólo Afganistán.
Esta declaración de EE UU no puede hacer verdadero a un estado falso, pero ante el mundo entero se ha mostrado la cara de violencia de la política estadounidense de la fuerza brutal", añadió.

EE UU, los primeros en reconocer Kosovo

Después de que el presidente estadounidense, George Bush, de visita en Tanzania, dijera que los kosovares eran independientes, su secretaria de Estado, Condoleezza Rice, procedió al reconocimiento formal de la que fuera provincia serbia, en la que más del 90% de los dos millones de habitantes son albaneses.

Poco después, también Turquía comunicó que reconocía al nuevo Estado, y algunos de los principales países de la Unión Europea, entre ellos Francia, Alemania, el Reino Unido e Italia. Sólo España, entre los grandes, adelantó su posición contraria a este proceso de secesión, que considera ilegal por no responder a una decisión unilateral que se apoya en una resolución de la ONU.

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