El diputado Antonio Montiel ha defendido en un comunicado que la ubicación de la ZAL en la huerta de La Punta fue "un error estratégico que la ha hecho inviable, porque no es atractiva para empresas del sector, ni por dimensiones de parcelas ni por precio final".

Por tanto, ha planteado que "es el momento de pensar en otros usos públicos", como convertir esos suelos en la rótula de conexión ecológica entre el parque natural del río Turia y el de l'Albufera. Paralelamente, Montiel ha presentado una moción relativa a la "revisión y reversión de actuaciones urbanísticas y megaproyectos heredados".

El parlamentario ha solicitado recabar los informes jurídicos que corresponda acerca de la viabilidad de que, en caso de inactividad municipal y con carácter subsidiario, la Generalitat pueda a través de la conselleria competente, incoar los expedientes de caducidad de los programas que pudieran encontrarse paralizados en su inicio o su desarrollo.

CONTRA LOS "ERRORES DEL PASADO"

"Sería un grave error consentir que, al calor de la recuperación de dudosas expectativas inmobiliarias, se reactivasen operaciones especulativas que estuvieron dormidas los últimos diez años", ha advertido, para reivindicar que "esta Comunitat no puede permitirse el lujo de repetir errores del pasado apostando de nuevo por la burbuja del ladrillo que llevó a la ruina y al desempleo a pequeñas empresas, autónomos y familias".

La Generalitat, ha proseguido, "tiene el deber de asistir a los ayuntamientos para que puedan declarar caducadas operaciones inmobiliarias inviables y especulativas o hacerlo con carácter subsidiario si los ayuntamientos no actúan".

"Resucitar megaproyectos como el Manhattan de Cullera (Valencia) o las operaciones ligadas al golf en Burriana o Torreblanca (Castellón), son un puro espejismo que solo pueden acabar con el endeudamiento a los ayuntamientos y los pequeños propietarios afectados", ha enfatizado.