Han sido varios los triunfitos de OT 2017 que ya han visitado a los nuevos concursantes de la nueva edición del talent show para explicarles su experiencia al salir del programa, la libertad que tuvieron para componer y grabar sus singles de presentación, así como empatizar con ellos. El último en hacerlo ha sido Agoney, una de las voces más potentes de la anterior edición, que ha mantenido este viernes una charla con los ocho concursantes que quedan en la academia.

En su visita, el artista canario les contó cómo se sentía a lo largo del programa, las inseguridades que vivió y los problemas que tuvo con sus cuerdas vocales, pero también les habló directamente de la realidad de las drogas y su estrecha relación con el éxito. "Cuando salí, muchas cosas de las que me propusieron era salir de fiesta continuamente. Todo el día. Yo hay algo que siempre vi muy lejano que era la droga, y tres días después de salir me ofrecieron coca y cosas así", reveló, y agregó que "tener los pies en la tierra mola mucho, y yo afortunadamente los tengo, gracias a mi familia también".

Asimismo, Agoney les explicó que tras salir descubrió "que la cabeza está conectada con la voz". "Cuando yo entré aquí, tenía muchas cosas en mi cabeza, de mi familia, que no podía contar y no me apetecía que nadie supiese. Y cuando me iba a dormir lo pasaba un poco mal, y cuando ya llevas dos meses... empieza la cosa un poco mal. Empezaba a cantar y esto (señala sus cuerdas vocales) no funcionaba. Yo decía: ¿qué me pasa? Si nunca me he puesto mal de la voz". La respuesta la obtuvo tras salir de la academia: "Lo que necesitaba era dar un abrazo a esa persona o saber cómo estaban. Así que cuiden mucho la cabeza, sobre todo".

El canario también les confesó que era una persona "muy insegura, aunque luego me haga la diva", bromeó, y añadió que cuando salió del programa "todo el mundo me dio su opinión: maquíllate, no te maquilles, canta esto, no deberías de cantar esto, esto te queda mejor, ponte esta ropa... Me lo cuestionaron todo, hasta mi pelo".

Ante esta situación, Agoney reaccionó: "Que le den por culo. Me cansé. Me encerré un tiempo en casa porque no quería saber de nadie, y cuando volví me dije: voy a hacer lo que me dé la gana".

En este sentido, el cantante aseguró que "es mentira que las discográficas son tan ejército que te van a imponer. A mí me dejaron hacer lo que me diese la gana y lo siguen haciendo", y les dijo a los actuales concursantes que "van a tener libertad para hacer lo que les dé la gana, pero eso hay que tenerlo bien claro también".

Visiblemente nervioso por regresar a lo que fue su casa durante varios meses, Agoney también habló con los nuevos inquilinos sobre lo bien que los veía sobre el escenario, y aunque les confesó que no había visto mucho el programa "porque estoy currando mucho y eso es guay", no se perdía las galas.

Antes de hacer un recorrido por las estancias de la academia, el artista les lanzó un último consejo: "Lo más importante es que hablen entre ustedes, de lo que sea, que se desahoguen, que escriban". En su caso, el reconoció que se arrepentía de "haber tragado tanto, pero cada día soy más libre y eso me hace muy feliz", aseguró.