España y Cuba acuerdan reuniones políticas anuales en las que se incluirán los derechos humanos

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, tras la firma en La Habana del memorándum por el que ambos países acuerdan contactos políticos permanentes.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, tras la firma en La Habana del memorándum por el que ambos países acuerdan contactos políticos permanentes.
Juanjo Martín / EFE
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, tras la firma en La Habana del memorándum por el que ambos países acuerdan contactos políticos permanentes.

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, presidieron este jueves en La Habana la firma de un memorándum por el que ambos países acuerdan contactos políticos permanentes con reuniones anuales en las que se hablará de todo lo que consideren oportuno, incluidos los derechos humanos.

Sánchez y Díaz-Canel avalaron con su presencia la firma de este memorándum, suscrito en el Palacio Presidencial de Cuba tras la reunión que ambos mantuvieron con motivo de la visita oficial del presidente del Gobierno a la isla. Los firmantes fueron los ministros de Asuntos Exteriores de ambos países, el español Josep Borrell y el cubano Bruno Rodríguez.

El texto del acuerdo señala que responde a los lazos diversos existentes entre los dos países y al deseo de abordar materias de interés común tanto de carácter bilateral como multilateral. Fuentes españolas destacaron la relevancia del mismo y resaltaron que ningún país europeo tiene un memorándum de estas características con Cuba. Sí existe ya uno entre la Unión Europea en su conjunto y el país latinoamericano.

Mediante este acuerdo explicaron que se sella el compromiso de que haya contactos políticos permanentes que una vez al año de forma alterna en Madrid y La Habana estarán encabezados por ministros o secretarios de Estado de los dos países. "Se trata de establecer un diálogo franco sobre diversos asuntos", subrayaron las fuentes, que informaron de que en el acuerdo está explicitado que también se hablará sobre derechos humanos.

En el acto se firmó otro acuerdo de cooperación cultural entre España y Cuba y rubricado por Borrell y el ministro de Cultura cubano, Alpidio Alonso, para divulgar las respectivas culturas en cada uno de los países. "La intención es que se pueda proyectar con normalidad cultura cubana en España o cultura española en Cuba", explicaron las fuentes.

Primera visita desde 1986

Este viaje de Sánchez a Cuba es la primera visita oficial a la isla de un jefe del Ejecutivo español desde que hace 32 años, en 1986, lo hiciera Felipe González (José María Aznar estuvo en La Habana junto al rey Juan Carlos en 1999, pero con motivo de la cumbre iberoamericana de ese año). Sánchez es también el primer líder europeo que se reúne con Díaz-Canel en Cuba desde que éste llegó al poder el pasado abril. El viaje lo acordaron ambos el pasado septiembre, durante un primer encuentro en el marco de la Asamblea General de la ONU en Nueva York.

El avión de la Fuerza Aérea Española en el que viajaron Sánchez y el resto de su delegación, de la que forman parte los ministros de Exteriores y de Industria, Josep Borrell y Reyes Maroto, aterrizó en el aeropuerto José Martí de la capital cubana a las 16.52 h, hora local (21:52 GMT), unos 40 minutos después de la hora prevista. A Sánchez le acompaña también en el viaje su esposa, Begoña Gómez.

Sánchez fue recibido al pie de la escalerilla del avión por el viceministro cubano de Relaciones Exteriores, Rogelio Sierra, de acuerdo al protocolo que se sigue en la isla para las visitas de Estado. Como establece también el protocolo cubano, a su llegada a la Plaza de la Revolución, Sánchez depositó una ofrenda floral en el monumento a José Martí, héroe nacional del país caribeño.

Viaje de los reyes

A continuación, Sánchez y Díaz-Canel, iniciaron su reunión a solas. Díaz-Canel recibió a Sánchez a las puertas del Palacio de la Revolución de la capital cubana, y una vez en el edificio los presidentes escucharon los respectivos himnos nacionales, pasaron revista a la Guardia Presidencial y saludaron a sus delegaciones.

En esta reunión, según fuentes españolas, se habló "de todo", con el objetivo de normalizar la relación con Cuba al más alto nivel, pues Sánchez considera que "no es normal" que hayan pasado 32 años sin que un jefe del Gobierno español haya visitado la isla.

En concreto, Sánchez y Díaz Canel hablaron de las relaciones bilaterales, de la situación en América Latina, de la presencia de empresas españolas en la isla, de cambio climático y de cooperación en diversos ámbitos. También de una cita pendiente: una visita de Estado de los reyes de España a Cuba. El presidente del Gobierno comentó la ilusión que le haría a su Ejecutivo que Felipe VI y Letizia pudieran visitar La Habana en 2019 con motivo de la conmemoración del 500º aniversario de la ciudad, y el presidente cubano, según las fuentes españolas, acogió esa posibilidad "de forma positiva".

Tras la reunión, los gobernantes celebraron un encuentro ampliado con las delegaciones española y cubana, para dar paso a la firma de los acuerdos bilaterales.  Con ese acto, al que siguió una cena privada, finalizó la agenda pública del primer día de la visita de Sánchez.

Ni con Raúl Castro ni con la oposición

En el marco de la visita también está previsto que Borrell celebre consultas políticas con su homólogo, Bruno Rodríguez, este viernes por la mañana. No está en la agenda, sin embargo, una reunión de Sánchez con el expresidente y primer secretario del Partido Comunista, Raúl Castro; tampoco una rueda de prensa conjunta del español con Díaz-Canel. El jefe del Ejecutivo español atenderá a la prensa el viernes, en el tramo final de la visita.

Este viernes, Sánchez pondrá el foco en las relaciones económicas y culturales. Así, tiene previsto un desayuno de trabajo con un centenar de empresarios españoles para conocer sus inquietudes. Después de esa cita tendrá lugar un foro empresarial hispano-cubano en el que participarán más de 200 representantes de ambos países, con paneles sobre turismo, infraestructuras y energías renovables e inversiones.

El foro se celebrará en el hotel Iberostar Grand Packard, que acaba de ser incluido en la nueva oleada de sanciones estadounidenses por estar participado por el grupo Gaviota, propiedad del Ejército cubano.

Además, como "gesto" con los empresarios, Sánchez llevó en su avión a Cuba a representantes de 24 empresas de distintos sectores y tamaños, 10 de ellas pymes pero también a representes de Telefónica, Iberia, Aena, o Air Europa, así como a los presidentes de la CEOE y la Cámara de Comercio.

Aunque la agenda no estaba cerrada al cien por cien, no estaba previsto ningún encuentro con miembros de grupos de la oposición organizados.

Españoles en La Habana

El viernes también será la parte más cultural y social del viaje. Sánchez entregará, en préstamo durante dos años, la 'Silla de Maceo' y después dará una paseo por La Habana Vieja con el historiador de la ciudad, Eusebio Leal.

Tras una rueda de prensa en la residencia del embajador español, allí mismo ofrecerá una recepción a la colonia española (con más de 800 invitados) y se reunirá después con representantes de la sociedad civil cubana.

Entre otros, está previsto que acudan a esta cita el actor Jorge Perugorría, el músico Carlos Varela, el escritor Leonardo Padura y los periodistas Abraham Jiménez Enoa, de 'El Estornudo', y Roberto Veiga y Lenier González, de 'Cuba Posible'. También Enrique Núñez, dueño del famoso paladar La Guarida, y las diseñadoras Leire Fernández e Idania del Río, fundadoras de la empresa de diseño Clandestina.

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