En declaraciones a los medios de comunicación, Cabrera ha recordado que estas últimas manifestaciones y protestas del sector local del taxi han estado promovidas por la asociación Élite Taxi, que cuenta con unos "200" afiliados entre los más de 2.000 taxistas de Sevilla capital, con lo que ha recordado que se trata de una asociación "minoritaria" que no representa a "la totalidad" del sector y que es la que está ocasionando un "cabreo ciudadano" a cuenta de la incidencia de sus movilizaciones en el tráfico.

Al respecto, ha recordado que la Unión Sevillana del Taxi y Solidaridad Hispalense del Taxi, esta última investigada judicialmente por presuntas coacciones para acaparar la parada de taxis del aeropuerto, no están secundando estas movilizaciones y están en una senda de "diálogo" con las autoridades.

Las nuevas movilizaciones, en cualquier caso, han surgido después de que la Unión Sevillana del Taxi, Solidaridad Hispalense del Taxi y Élite Taxi desconvocasen el mes pasado un paro en el sector al comprometerse el Ayuntamiento a ser "muy exigente" con los conductores de VTC en los accesos al casco histórico y concretamente a las áreas declaradas de especial restricción al tráfico, donde está permitido el transporte público de viajeros previa autorización.

Y es que después de aquel compromiso inicial de Juan Carlos Cabrera, el portavoz del Gobierno local socialista y edil de Turismo, Antonio Muñoz, defendía que el Gobierno municipal "nunca ha puesto en tela de juicio" el acceso de los conductores de VTC a los hoteles del casco histórico a donde transportan turistas o acuden a recogerlos, merced a los servicios contratados por los mismos.

Según exponía Muñoz tras una reunión celebrada con la directiva de los empresarios hoteleros, resulta "lógico" que los conductores de VTC puedan "llegar a su sitio de destino" en el casco histórico en cumplimiento de un servicio previamente contratado, matizando que "se les niega la posibilidad" de hacerlo por las vías cuya señalización reserva el tráfico a los residentes y los taxis y deben hacerlo por rutas "alternativas".

A tal efecto, Cabrera ha abundado que los VTC están considerados como "servicio público" de transporte de viajeros según la actual legislación, con lo que en una zona de especial restricción al tráfico "como puede ser el casco histórico" se les debe "permitir el acceso cuando tengan un punto de destino final" con relación a un servicio previamente contratado.

LOS ACCESOS AL CENTRO

El Ayuntamiento, según ha recordado, sí está impidiendo la circulación de estos vehículos "por dos vías" concretas del centro cuya señalización reserva el tráfico a los residentes y taxistas desde antes de arrancar el conflicto entre los taxistas y los VTC, porque en el plano de la movilidad, el Consistorio considera que permitir "más carga" de tráfico en tales calles sería "perjudicial para la ciudadanía" en términos de "velocidad comercial". No obstante, ha precisado que los VTC sí pueden acceder a estas dos calles en las situaciones en las que las mismas sean su "punto final" en un servicio previamente contratado. "Entonces sí pueden pasar", ha dicho.

Y tras el reciente Real Decreto Ley destinado a permitir a las comunidades autónomas y los municipios regular y limitar las autorizaciones de VTC si así lo deciden y realizan el correspondiente procedimiento, Cabrera ha expuesto que una vez entre en vigor "el proyecto de ley que se tramita" en ese sentido, las comunidades autónomas y los municipios contarán con "competencias" en materia de autorización de VTC, si bien el Ayuntamiento hispalense aún no cuenta con tales potestades.

En cualquier caso, y defendiendo las medidas adoptadas por el Ayuntamiento en pro del sector local del taxi, ha recordado que para hacer frente a este conflicto, en el que los taxistas reclaman más inspecciones y controles a los conductores de VTC, es necesario "muchos" recursos policiales mientras la Policía Local sigue afrontando el resto de "necesidades" de la ciudad en materia de seguridad o tráfico.

Así, ha llamado a los taxistas que están protagonizando estas protestas a trabajar "desde el diálogo y sin entorpecer la vida diaria de los ciudadanos".