Este hecho supondría un salto cuantitativo destacado, ya que en la actualidad, a fecha de diciembre de 2017, los vehículos eléctricos representan el 0,29 por ciento de los coches matriculados, con unos 250 vehículos en Extremadura.

La consejera de Economía e Infraestructuras, Olga García, ha presentado este miércoles en Mérida dicha estrategia, que comprende un horizonte entre 2018 y 2030 y pretende movilizar una inversión pública y privada que podría llegar a los 235 millones de euros.

Esta inversión se realizará de forma gradual y en tres fases diferenciadas, que comprenden los periodos 2018-2020, 2021-2025 y 2026-2030, en las que las aportación privada tendrá un lugar "preferente".

No obstante, en la primera fase, ha expuesto la consejera, en donde es preciso la creación de una infraestructura de recarga básica o la incentivación del uso del vehículo eléctrico, la Junta aportará mediante confinanciación del Feder un total de 6,1 millones frente a los más de 12,8 millones previstos, lo que representa un 48 por ciento de la inversión inicial para esta fase.

Así, el proyecto de Presupuestos Generales de Extremadura (PGEx) para 2019 tiene consignado una cantidad de 2,8 millones de euros para tal fin.

Cabe destacar que con la estrategia presentada este miércoles se pretende el fomento del vehículo eléctrico como medio de transporte urbano e interurbano para ir dejando atrás los de gasolina y gasoil y contribuir a un nuevo modelo de movilidad en la región basado en los principios de seguridad, eficiencia y sostenibilidad medioambientasl y económica.

CUATRO LÍNEAS DE TRABAJO

La Estrategia Regional para el Impulso del Vehículo Eléctrico en Extremadura se divide en cuatro líneas, entre las que se encuentra la creación y dotación de una infraestructura de recarga o conseguir que en 2030 el 10 por ciento de los nuevos vehículos matriculados sean eléctricos.

Además, se busca impulsar el desarrollo económico del sector asociado al vehículo eléctrico, promoviendo la formación de 1.000 alumnos mediante cursos especializados y favoreciendo el desarrollo de proyectos empresariales, así como iniciativas de I+D+i sobre eficiencia energética en la movilidad sostenible.

Finalmente, la cuarta línea está representada por la implantación de una "buena gobernanza", como ha dicho García, entre todos los agentes implicados en el sector del vehículo eléctrico, además de establecer un seguimiento de los objetivos cumplidos.

LA MOVILIDAD SOSTENIBLE ES "IRREVERSIBLE"

La consejera de Economía se ha mostrado convencida de que la movilidad sostenible es algo "irreversible" y que no es el futuro, sino el presente y forma parte del nuevo modelo energético, por lo que ha considerado necesario que tanto las administraciones públicas como la sociedad remen "en la misma dirección" para que en 2050 se tenga una sociedad "totalmente descarbonizada".

Frente a ello, García ha dicho que hasta ahora la presencia del vehículo eléctrico en las ciudades y carreteras es "meramente testimonial", aunque se ha mostrado segura de que con las medidas que contempla la estrategia extremeña se contribuirá a que estas cifras cambien.

De esta forma, la consejera ha explicado que con el vehículo eléctrico "todo son ventajas", ya que además de no emitir gases contaminantes, su coste de utilización es muy bajo, ya que del algo más de 1,2 euros los 100 kilómetros de un vehículo eléctrico se pasa a los 7,8 euros con un vehículo de gasolina.

Además, las revisiones son más económicas y tienen menor posibilidad de averías mecánicas, podrían circular por la mayor partes de las zonas limitadas al tráfico rodado por motivos de contaminación o su eficiencia energética se encuentra alrededor del 90 por ciento frente al 38 por ciento de un motor diésel medio.

Quizá, ha planteado Olga García, entre las desventajas se podría encontrar los puntos de recarga, un aspecto en el que trabajará la Junta, o el desconocimiento por parte de la ciudadanía de las ventajas de este tipo de transporte.

INFRAESTRUCTURA DE RECARGA

Así, la consejera extremeña ha recalcado que el modelo extremeño de vehículo eléctrico se debe basar en el principio de que dichos vehículos deben iniciar la marcha desde sus lugares habituales de estacionamiento con sus baterías cargadas. Por ello, la estrategia regional pretende facilitar la existencia una serie de puntos de recarga vinculados en nivel de "un coche, un punto", según García.

Además, la estrategia contempla la creación de una red de acceso público formada por 189 estaciones de recarga eléctrica, con un primer nivel destinado a promover la movilidad in itínere, caracterizada por potencias elevadas y tiempos cortos y que se instalaría en las vías principales de comunicación de Extremadura.

De este modo, cualquier usuario que conduzca su vehículo eléctrico en Extremadura podría disponer de una estación a una distancia máxima lineal de 50 kilómetros y por carretera a un máximo de 75 kilómetros.

Por su parte, y en cuanto al segundo nivel, estaría integrado por 167 estaciones de recarga de acceso público en destino, con un tipo de recarga que sería acelerada de entre 30 minutos y dos horas de duración y que estarían ubicadas fundamentalmente en edificios administrativos o de servicios, como hospitales.

Finalmente, la infraestructura de recarga estaría integrada por 220 estaciones de recarga privadas pero de acceso público, instaladas en establecimientos hoteleros, parkings privados o centros comerciales.

AYUDAS PARA LA ADQUISICIÓN DE VEHÍCULOS ELÉCTRICOS

Otra de las cuestiones en la que pretende incidir la Estrategia para el Impulso del Vehículo Eléctrico en Extremadura es en fomentar la adquisición de este tipo de vehículo, por ejemplo con ayudas.

Así, y a preguntas de los medios, Olga García ha dicho que en los fondos europeos están muy restringidos los destinatarios de las ayudas y no se permite que se destinen a agentes privados.

Por ello, la administración regional realizará un "esfuerzo adicional" para favorecer la adquisición de vehículos eléctricos, razón por la que en los PGEx de 2019 se contempla una partida de fondos propios de 300.000 euros para facilitar la adquisición tanto de vehículos como de infraestructuras de recargas por parte de privados.

Finalmente, la consejera ha expuesto también que la voluntad del Instituto para la Diversificación y ahorro de la Energía (IDEA) es territorializar los importes de los que dispone en 2018 para facilitar la compra de vehículos eléctricos, aunque hasta la fecha se desconoce qué cifra le correspondería a la región.