Es muy risueña, y está muy feliz ante el reto de representar a Barcelona en el certamen de Miss España, cuya final se celebrará el próximo 2 de marzo en Marina D'Or.
Es Ana Carolina Benítez Bernardo, una joven de 22 años y residente en Terrassa que, a pesar de hacer sus pinitos como modelo, quiere ser actriz. Tiene unas medidas de vértigo (90-60-91) y por sus venas corre sangre brasileña y gaditana. "Es una mezcla complicada", dice entre risas.
¿Cómo lleva los exámenes?
Mal. Fatal. Me voy a dejar varias asignaturas para junio y para septiembre.
¿Y sus padres que le dicen?
Bueno... Es por una buena causa.
Por una amiga a la que acompañé.
Todas van siempre con amigas...
(Risas) Sí, es que yo sola... Presenté mis datos y me olvidé. Al cabo de un mes me llamaron para hacer un casting y poco a poco los fui pasando. Yo había hecho trabajos de moda, pero no me quiero dedicar eso.
¿Qué quiere ser?
Me gusta mucho la interpretación. Quiero ser actriz.
¿Esperaba ganar en Miss Barcelona?
¡Qué va! Yo iba a pasármelo bien. Y también tuve dudas. Me preguntaba ¿qué haces aquí? ¿Por qué te presentas? Como mucho me veía segunda dama de honor.
Y cuando dijeron su nombre, ¿qué pasó por su cabeza?
Me puse muy contenta. No me lo creía.
¿Está nerviosa por ir a Miss España?
De momento no. Sólo te puedo decir que estoy muy contenta. Pero una vez allí... No sé cómo reaccionaré.
Uf! No sé. Se oyen cositas, pero intento no hacer caso.
¿En serio?
Si no esperas nada y luego sale algo, te pones más contenta. Quiero disfrutar de la gala y vivir la experiencia. Lo único que quiero es dejar a Barcelona en un buen lugar.
Y si algún ojeador se fija en usted y le da un trabajo como actriz...
(Risas) Pues mejor.
¿No le da corte desfilar en bañador?
El físico es una herramienta de mi trabajo, estoy acostumbrada porque he hecho algún catálogo como modelo de moda de baño, lencería... Aunque bien pensado, esto de salir como miss... Sí que me da un poco de corte.
Y si le ofrecieran un papel en una película, pero tiene una escena de desnudo...
Si se ha de salir desnuda y está justificado, se sale.
Para nada. No hago ejercicio, como lo que quiero...
Algo hará, mujer.
De verdad que no. No tengo conciencia de ir al gimnasio. No es mi cultura. Envidio a la gente que lo hace como hábito. Yo como mucho juego de vez en cuando al paddle.
Pues vaya genética la suya, ¿no?
(Risas) Sí. Y de momento está a mi favor per tendré que hacer algo.
¿Tiene novio?
No, no tengo.
Mejor. Muchas misses lo acaban dejando con sus parejas después del concurso...
¿Sí? Pues mira eso que me ahorro. (Risas)
Algún pretendiente sí tendrá.
Ni novio ni pretendiente. De verdad.
¿Le han impuesto algo desde la organización del concurso?
Que me quite el piercing del ombligo.
¿Por qué?
No tengo ni idea, porque hay chicas que llevan tatuajes...
¿La conocen por la calle?
Sí, en Terrassa, sí. Voy a tiendas y algunas me dan obsequios. Camisetas, abonos para limpiezas de cutis...
¿Qué dicen sus padres de todo esto?
Fardan mucho. Están disfrutando más que yo. Apoyo en casa no me falta, respetan todo lo que hago. Y mi madre no deja de repetir: "Ay, mi niña".
Para usted Barcelona es...
Es una ciudad completa. Mezcla el cosmopolitismo con lo antiguo. Es abierta. Tiene playa y montaña. Creo que es una de las ciudades más maravillosas de Europa.
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