La nueva terminal, con un diseño similar a la T-4 de Madrid aunque más pequeña, cuenta con más de 18.000 metros cuadrados distribuidos en tres plantas, y sustituirá a la actual, cuya parte más antigua se destinará a un bloque técnico y sala de autoridades; la más nueva se demolerá.

Entre las mejoras que ofrece esta nueva terminal figuran los mostradores  de facturación, que pasan de seis a catorce; las cintas de recogida, que se elevan de dos a tres y duplican su capacidad, y las puertas de embarque, que pasan de ser tres a seis.

Además, se han ampliado a 50.000 metros cuadrados la plataforma para aviones y las plazas de aparcamiento,  y se han mejorado los accesos y la conexión mediante transporte público, que reforzarán su servicio.