Estos encuentros entre ciudad y naturaleza integran la IV edición de Acciones Comunes, que organiza la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en tres completas jornadas de ponencias, cuyo plazo de inscripción finaliza el viernes 16 de noviembre (enlace https://goo.gl/kfyGPP).

Desde una perspectiva multidisciplinar vinculada al urbanismo, la cultura y el arte, el ciclo Acciones Comunes está codirigido por los arquitectos María González García y Ángel Martínez García-Posada, con Juan José López de la Cruz como secretario, todos ellos profesores de Proyectos Arquitectónicos de la Universidad de Sevilla.

La primera jornada, la tarde del 20 de noviembre, estará dedicada a las 'Nuevas periferias híbridas. Mutaciones y proyecciones' y contará con la presencia de los arquitectos y urbanistas María Salas, Fran Pazos García y Sergio Rodríguez Estévez, del estudio sevillano NoMAD Garden; y con la ingeniera agrónoma Marta García Chico y el arquitecto Francisco Leiva Ivorra, del Grupo Aranea.

El 21 de noviembre, bajo el título 'Corrientes alternas campo y ciudad. Transversalidades y simultaneidades', esta jornada contará con el arquitecto y profesor de la Universidad de Sevilla Ramón Pico Valimaña; y el artista Maider López.

Por último, el 22 de noviembre, en 'Territorios productivos. Escalas e instrumentalidades', estarán el artista visual, arquitecto y profesor en la Escuela de Arquitectura de Málaga, Jorge Yeregui; y los arquitectos de la ETSA Vallés Irene Pérez y Jaume Mayol.

Los Encuentros entre Ciudad y Naturaleza partirán de una realidad: cerca del 80 por ciento de la población europea vive en contextos urbanos al tiempo que mantiene parte de su memoria anclada al medio rural tras abandonarlo masivamente el siglo pasado.

Tal y como explican sus organizadores, en la ciudad se ha dado paso a una amplia variedad de usos solapados que anhela otros medios de organización más flexibles y con mayores virtudes medioambientales.

Así, el debate de este ciclo se iniciará con las múltiples transformaciones que afectan a lo rural inducido por las infraestructuras energéticas, los terrenos cultivados, los surcos fronterizos definidos por autopistas, vías ferroviarias y riberas encauzadas, el confinamiento de áreas protegidas, puertos marítimos o los polos y bordes industriales, entre otros.

Estos elementos han transformado el paisaje natural poniendo en duda su tradicional lectura como espacio vacío; desde esta perspectiva, en un mundo donde convive lo analógico con lo digital, los organizadores consideran que sigue siendo posible reconocer matices propios de la ciudad y la naturaleza.