Han llegado a esta conclusión después de que dos arquitectos y una abogada del Col·lectiu Ronda (el gabinete jurídico que representa a los vecinos) inspeccionaran el lunes la finca afectada para determinar el origen de las grietas. Aún así, no se atreven a afirmar con rotundidad que las obras sean la causa de las fisuras, por lo que continúan estudiando la situación.
No son los cimientos
Los arquitectos aseguran que las grietas aparecidas en los pisos afectados no son por el asentamiento de la tierra, ya que son viviendas construídas hace más de 30 años y que sí tienen su causa en algún factor externo a la edificación.
Además de las cuatro familias desalojadas, otro vecino se ha trasladado a un hotel por miedo e inseguridad.
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