El portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Valladolid, Antonio Martínez Bermejo, ha defendido nuevamente este martes que el soterramiento de las vías del ferrocarril es factible "más que nunca", al tiempo que ha asegurado que confían en poder paralizar, si logran llegar a la Alcaldía en las Elecciones Municipales de mayo de 2019, los cuatro proyectos de túneles y pasarelas ya licitados.

El PP ha convocado este martes una rueda de prensa después de que ayer el alcalde de la ciudad, Óscar Puente, explicara tras la reunión del consejo de Administración de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad, que se iba a continuar adelante con el convenio acordado hace un año entre Ministerio de Fomento, Ayuntamiento de Valladolid y Junta de Castilla y León ya que la situación financiera de Adif hacía "materialmente inviable" volver a apostar por el soterramiento.

Sin embargo, Martínez Bermejo ha defendido que ese gran proyecto de la ciudad es "viable económicamente" y que lo es "más que nunca", pues ha advertido de que ni el alcalde socialista "ni nadie" dieron ayer datos cuantificados sobre su coste, el cual considera que "no tiene por qué ser mayor" que el de los "túneles y pasarelas" que contemplan el convenio de la SVAV.

Martínez Bermejo ha interpretado que este lunes se escenificó la "rendición" definitiva de Óscar Puente y el teniente de alcalde y concejal de Urbanismo, Manuel Saravia, si bien ha añadido posteriormente que "ya se habían rendido" hace dos años cuando se evidenciaron los problemas financieros de la SVAV.

El PP ha reprochado que Puente ejerza de "vocero oficial" del Gobierno de España para realizar un anuncio que supone el "magnicidio del futuro de la ciudad", algo que, ha apostillado, no han querido hacer ni el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, ni el secretario general de Infraestructuras, "vallisoletano de acogida", Javier Izquierdo.

Además, Martínez Bermejo ha recalcado que la justificación de que Adif está en quiebra "no vale a los vecinos", pues ha afirmado que en otras 20 ciudades sí que se va a soterrar, como sería el caso de "Murcia, Madrid, Barcelona, Antequera, Bilbao y Vitoria", entre otras.

"VUELTA AL SIGLO XIX"

Mientras tanto, Valladolid se quedará como "una ciudad de segunda", con un proyecto de "túneles y pasarelas" que, en su opinión, supone la "vuelta al Siglo XIX" en lugar de querer "ganar el futuro" para sus vecinos, los cuales, en opinión del PP, apuestan por un proyecto de soterramiento, ya que es "lo que está en la calle". Igualmente, tanto Martínez Bermejo como el portavoz adjunto, Jesús Enríquez, han recordado que en las Elecciones Municipales de 2015 los partidos que llevaban este gran proyecto en sus programas -PP, PSOE y Ciudadanos- obtuvieron 22 de los 29 concejales de la corporación.

Asimismo, Martínez Bermejo ha calificado de "estafa" las aportaciones realizadas en el primer año de vigencia del convenio, ya que ha recordado que el Ayuntamiento ha puesto ya "ocho millones de euros" pero, según sus datos, sólo se ha avanzado en la licitación de la redacción de los proyectos de cuatro pasos inferiores que suman 1,1 millones de euros, de los que "a penas 300.000" corresponderían al Ayuntamiento.

De hecho, el portavoz 'popular' ha insistido en que espera que si, como espera, el PP llega a la Alcaldía en las Elecciones Municipales de 2019 se puedan paralizar los cuatro proyectos que se adjudicarán en los próximos meses. "Van tan tarde que en mayo aún no se habrá hecho nada", ha apostillado.

LA JUNTA "TENDRÍA QUE HABERLO DEFENDIDO"

Todo ello, porque Martínez Bermejo ha recalcado en varias ocasiones que el PP de Valladolid está a favor del soterramiento, si bien entiende que otros miembros del partido "están en su derecho" de preferir el proyecto de integración, como es el caso del consejero de Fomento de la Junta, Juan Carlos Suárez-Quiñones, que representa a la Administración regional en la SVAV.

Aunque el portavoz del PP ha reprochado que la Junta "tendría que haber defendido" el soterramiento con mayor intensidad, ha matizado que la Junta de Castilla y León es "el tercer invitado", pues aunque cuenta con la misma participación que el Ayuntamiento -25 por ciento- su papel es meramente de "acompañamiento financiero", mientras que el Consistorio es "el más afectado" por el proyecto y el Gobierno el que tiene las competencias.