La CHG informa a los arroceros del proyecto de modernización del regadío como "proceso a largo plazo"

  • El presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), Joaquín Páez, ha mantenido una reunión con los arroceros de la margen derecha del río Guadalquivir, a los que ha informado del estado actual del proyecto de modernización de la zona arrocera de Sevilla.
Zona de regadío del Guadalquivir
Zona de regadío del Guadalquivir
CHG
Zona de regadío del Guadalquivir

Acompañado de la directora técnica de la CHG, Nuria Jiménez, Páez ha dado a conocer a los agricultores que las cinco actuaciones que componen el proyecto se van a someter conjuntamente al trámite de evaluación ambiental. Este procedimiento permitirá continuar con la tramitación para la aprobación de los proyectos definitivos, procediéndose a su licitación cuando se disponga de un compromiso por parte de las administraciones implicadas y de disponibilidad presupuestaria.

Ante los miembros de la Junta Central de Usuarios Arroceros de la Margen Derecha del Guadalquivir, el presidente de la CHG se ha comprometido a trasladar al ministerio del que depende dicho departamento las demandas de los arroceros, en una próxima reunión que mantendrá con el secretario de Estado de Medio Ambiente.

"Estamos convencidos de que la modernización, independientemente de que os beneficie como germen de empleo y oportunidades, favorecerá medioambientalmente al río, cuya protección es mi principal misión", ha dicho. En este sentido, el presidente ha vuelto a reiterar que los hijos y nietos de estos regantes tienen perfecto derecho a continuar con esta actividad, pero garantizarla, ha declarado, "pasa obligatoriamente por el cuidado sostenible y ecológico del Guadalquivir".

No obstante, también ha querido aclarar que "estamos al principio de un proceso a largo plazo, en el que vamos a trabajar, sabiendo que es importantísimo para todos que suceda".

Presupuestado en unos 200 millones de euros, el proyecto de modernización del regadío del arroz pasaría por sustituir la actual toma de agua del río desde la presa de Alcalá, por agua dulce traída directamente del Canal del Bajo Guadalquivir, desde Peñaflor (Sevilla), a lo largo de unos 60 kilómetros mediante el recrecimiento de dicho canal.

Ello permitiría llevar el agua a la margen izquierda del río, cruzarla mediante un sifón y trasladarla hasta la margen derecha para el riego de los arroceros. Gracias a este proyecto, además de evitar los problemas de salinidad del estuario, se redundaría en un menor uso del recurso y en un claro recorte energético al descender la necesidad de bombeo.

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