Pérez ha destacado que los informes preliminares descartan que la instalación de estos contenedores pueda afectar a los restos arqueológicos del yacimiento, aunque ha asegurado que toda el proceso estará supervisado por la arqueóloga municipal.

En unos días comenzará a ejecutarse la fase 0 en el yacimiento arqueológico, que cuenta con un presupuesto base de licitación de 200.000 euros.

Esto permitirá, además de mejorar la imagen de la vía pública, eliminar el impacto visual de los contenedores tradicionales, disminuir las molestias con contenedores más cómodos de usar y menos ruidosos en su descarga y dar un paso más en las actuaciones previstas en el proyecto de recuperación del yacimiento y calles adyacentes.

En concreto, Pérez ha explicado que se eliminarán tres conjuntos existentes en la actualidad con 14 contenedores y se sustituirán por tres nuevas ubicaciones con otros tantos soterrados.

Así, el punto de recogida en el lateral del recinto, en la calle Acisclo Díaz, se trasladará junto a la fachada del aparcamiento, en la misma vía; el de Portillo de San Antonio se emplazará unos metros más adelante; y el de callejón Burruezo se instalará soterrado en la calle Madre Esperanza.

Los dos primeros dispondrán de cinco unidades, dos de residuos orgánicos, uno para papel, uno para envases y uno para vidrio, y cuatro en Madre Esperanza.

Esta actuación se enmarca dentro del plan de la Concejalía de Infraestructuras, Obras y Servicios, que dirige Rebeca Pérez, de soterrar los contenedores ubicados en entornos emblemáticos, como es el caso de San Esteban, donde es conveniente evitar los envases tradicionales.