Tribunales.- El acusado de encargar desde la cárcel hacer daño a su expareja dice que "todo es totalmente falso"

  • El acusado de encargar desde la cárcel hacer daño a su expareja se ha defendido ante el tribunal que le ha juzgado en la Audiencia de Jaén afirmando que "todo es totalmente falso", mientras que su exmujer ha dicho estar convencida de que su objetivo sea desde dentro de prisión o cuando salga será el de darle "matarile" para "pagar todo lo que él dice que le estoy haciendo".
El acusado durante el juicio
El acusado durante el juicio
EUROPA PRESS
El acusado durante el juicio

P.G.R.G., de 54 años, ha dicho en su declaración que lo único que hizo fue darle a su compañero de celda una serie de contactos para poder afrontar la recogida de aceituna de sus olivas, pero no para encargar que le hiciera daño a su mujer.

"Yo no he propuesto nada a nadie, todo es totalmente incierto", ha repetido una y otra vez el acusado, que también ha negado estar obsesionado con su expareja. "Yo no tengo deseos de venganza ni de revancha", ha dicho P.G.R.G. Por el contrario, el acusado ha deseado "lo mejor" a su exmujer, a la que ha pedido que le deje tranquilo. "Le deseo lo mejor y por favor que me deje tranquilo. Si me he equivocado en algo, le vuelvo a pedir perdón", ha apuntado el acusado.

Como testigo protegido ha declarado por videoconferencia su compañero de celda, la persona que supuestamente recibió el encargo de hacer daño a su expareja, pero que finalmente "por conciencia" acabó poniéndose en contacto con la mujer para avisarle de las intenciones de su exmarido.

"Estaba muy obsesionado, todos los días tenía el mismo tema en la cabeza", ha dicho el testigo protegido. Ha especificado que el encargo en general era el de asustar y hacerle daño a su ex, pero en concreto lo que quería, según ha indicado este testigo, era cortarle o romperle las piernas, vaciarle un ojo clavándole un bolígrafo o quemarle el coche. Para ello, lo que él tenía que hacer a su salida de prisión era ponerse en contacto con dos personas que le indicó el propio acusado para que estos se encargaran del trabajo.

La exmujer del acusado también ha declarado como testigo. Ha relatado cómo recibió la llamada del compañero de celda para avisarle de las intenciones de su exmarido y cómo quedó con él en una gasolinera de Mancha Real donde mantuvo una conversación de una hora, que grabó y que aportó cuando interpuso la denuncia ante la Fiscalía.

"Él está convencido de que yo tengo que pagar por lo que le estoy haciendo", ha dicho la exmujer, al tiempo que ha asegurado que lo que quería su marido desde la cárcel era que le hicieran daño, pero que si le daban "matarile, muchísimo mejor".

CONDENADO POR MALTRATO

P.G.R.G. se encontraba en prisión después de haber sido condenado como maltratador por sentencia firme de noviembre de 2016 a tres años y cuatro meses de cárcel por los delitos continuados de quebrantamiento, daños y allanamiento de morada, así como por un delito de acoso, todos ellos cometidos sobre su exmujer. Además, la sentencia que le llevó a la cárcel le condenaba también a la prohibición de comunicación y aproximación a su expareja hasta el año 2021.

P.G.R.G. ha hecho frente al pago de multas e indemnización por lo que está a punto de acceder al tercer grado penitenciario. Si es condenado, deberá seguir en la cárcel, algo que permitirá a su exmujer vivir con menos miedo del que asegura estar viviendo después de padecer años de malos tratos y amenazas. De hecho, uno de los asuntos que llevó a P.G.R.G. a la prisión fue el de haberse saltado las medidas de alejamiento para realizar destrozos en la casa de su exmujer y colgar a su perro de un árbol.

El fiscal, que inicialmente pedía dos años y medio de cárcel para el acusado, ha modificado su conclusiones y ha elevado su petición a cuatro años y medio de prisión por proposición de un delito de lesiones graves. Además, ha solicitado que le imponga cinco años y medio de alejamiento y de prohibición de comunicación con la víctima, así como de residir en Jaén.

Por su parte, la acusación particular que ha calificado los hechos como proposición de un delito de lesiones graves ha pedido una pena de cinco años de cárcel y seis años de alejamiento y comunicación con la víctima. Asimismo, ha pedido que se imponga la prohibición de entrar en Jaén capital durante otros seis años y de tenencia de armas durante el mismo periodo. Como indemnización por los daños morales, la acusación particular reclama 12.000 euros, además de pedir la condena en costas. La defensa del acusado ha mantenido hasta el final su petición de libre absolución.

El juicio ha quedado visto para sentencia.

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