El objetivo es alcanzar una población estable y viable de tortuga mediterránea en el parque, de entre 10.000 y 20.000 ejemplares, ya que es una especie altamente amenazada por la pérdida de hábitats y que en la Península Ibérica solo se encuentra en Catalunya, Islas Baleares y la Comunidad Valenciana.

Las tortugas liberadas son ejemplares adultos, de entre 30 y 60 años, y la mayoría han sido cedidas por el centro de recuperación de fauna salvaje GOB Menorca, en el marco del programa de colaboración con el parque, y el resto del Centro de Recuperación de Anfibios y Reptiles de Catalunya (CRARC).

Todos los ejemplares se podrán identificar mediante un código, para facilitar el seguimiento de la población, y fotografías que muestran los dibujos en el caparazón de cada ejemplar.

Se trata de una especie que se encuentra gravemente amenazada de extinción a consecuencia de la destrucción de su hábitat, sobre todo por incendios forestales, y de la captura ilegal para ser destinada al mercado de mascotas.

Su futuro en Catalunya pasa por la conservación de la única población natural presente en el Paratge Natural de l'Albera (Girona) y por potenciar la creación de nuevas poblaciones dentro del área de distribución histórica y potencial de la especie con el objetivo de establecer una red de espacios que le sirvan de refugio.