Las jóvenes madrileñas no se sienten seguras en la ciudad: tres de cada cuatro han sufrido acoso callejero verbal

Ejemplo de un caso de acoso callejero.
Ejemplo de un caso de acoso callejero.
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Ejemplo de un caso de acoso callejero.

¿Fuiste acosada alguna vez en la calle? Esta pregunta —planteada por Plan Internacional en su iniciativa FreeToBe (libre para ser yo)— recibió 798 respuestas afirmativas en poco más de un mes (del 17 de abril al 31 de mayo) de jóvenes madrileñas de entre 18 y 30. Lo hicieron a través de un mapa interactivo en el que se les permitía concretar el punto de la capital al que ya no volverán —o si lo hacen será acompañadas— tras recibir en él piropos no deseados, miradas insistentes, manoseos e incluso ataques sexuales por el mero hecho de ser mujeres. Y es que, tal y como recoge la ONG en sus conclusiones, en el 78% de los testimonios de experiencias negativas, las participantes identificaron como razón la discriminación por razón de género.

En total, en el mapa se plasmaron más de 2.000 reseñas de las que 951 (798 negativas y 153 positivas) han sido válidas para realizar las conclusiones finales. El resto pertenecían a mujeres mayores de la franja de edad determinada, a hombres o eran publicaciones identificadas como "ofensivas o falsas". En cuanto a la ubicación señalada, la calle resultó ser donde más experiencias negativas han vivido las madrileñas (67%, 534 reseñas), sobre todo en zonas con grandes aglomeraciones como la Puerta del Sol, la calle Gran vía o la de Hortaleza. Asimismo, el transporte público (18%, 140) y los parques (18%, 141) fueron, en segundo lugar, los puntos donde relataron sus malas vivencias.

"Llego de trabajar sobre las 23.00 horas. Al salir del metro tres chicos me han rodeado y seguido hasta casa. Estoy segura que si no llega a ser porque cogí el móvil e hice que hablaba con alguien y decía que ya les veía por la terraza, me hubiesen hecho algo, seguro. No avisé a la policía porque seguro que no van a hacer nada". Este es uno de los comentarios realizados por una joven de 21 años. Y también es un claro ejemplo de que la mayoría de las jóvenes que sufren este tipo de acoso callejero no denuncia: "Un 40% hablaron del hecho con alguna amistad o familiar. En cuanto a ponerlo en conocimiento de las autoridades, solo se denunció el 8% de los incidentes, y de ellos, en el 73% de esos casos indican que no actuaron según ellas esperaban".

Y es que desde el grupo de trabajo con chicas de Plan Internacional piden "que todas las formas de violencia sexual sean tenidas en cuenta cuando se regula. Hay menos de un 10% de estas situaciones que se denuncian porque no suelen servir para nada, no están tipificadas como delito", afirma a 20minutos Emilia Sánchez, directora de Incidencia Política de la ONG .Ella misma añade que "cómo reaccionar ante cada tipo de agresión depende de cada situación. Trabajaremos para ver qué se debería hacer". También otra de las preocupaciones es la normalización de estos actos: el 49% de las participantes señaló que el acoso en espacios públicos "sucede con tanta frecuencia" que ya están acostumbradas.

La mayoría, sin contacto físico

Por la mañana, por la tarde, por la noche o en cualquier momento del día. Las participantes debían registrar la hora a la que poner el foco en un lugar. Y, por lo general, los puntos positivos de Madrid se registraban mayoritariamente en la opción 'en cualquier momento del día', mientras que los negativos tenían un pico durante la noche. Además de la señalización del punto, se agregaron 590 comentarios en los negativos. En el 85% de ellos hicieron referencia al acoso sexual callejero, el 2% mencionaron acoso sexual tanto con contacto físico como sin contacto, el 72% correspondió a comentarios sin contacto físico, y el 11% con contacto físico. De esto destaca que, en su inmensa mayoría, el acoso sexual callejero sin contacto físico es la principal causa de preocupación.

"Aunque la ausencia de contacto físico puede resultar menos invasivo que el acoso que sí incluye contacto, la primera forma de acoso contribuye en gran medida a crear las sensaciones de inseguridad, dado que las formas más sutiles pueden escalar a aquellas más evidentes. El 'piropo' es el reflejo de relaciones desiguales de poder. Por eso a las chicas les molesta, les intimida y les hace sentir vulnerables", relata el informe.

Además, en la recogida de datos de Madrid hubo un registro elevado en los comentarios de masturbación en público (11%), actos que por lo general se cometieron en parques. "Es un punto de paso para ir a la universidad todos los días, incluso al volver de noche tras el turno de tarde. En numerosas ocasiones me he topado con un hombre masturbándose y enseñando los genitales, incluso a plena luz del día", cuenta una joven de 22 años y estudiante. Su perfil, además, es el que (de media) mayor número de reseñas ha dejado.

El 16% de los 590 comentarios en los puntos inseguros advirtieron sobre la presencia de "pandillas" o grupos de hombres que contribuían a generar la sensación de inseguridad, ya que las jóvenes se sienten particularmente intimidadas. En el 14% se hizo mención a la presencia de hombres que habían consumido estupefacientes o alcohol; el 6% mencionaron el acoso verbal y físico sin connotación sexual; otro 6% identificaron la falta de iluminación como un problema; el 4% advirtió sobre hurto o riesgo de hurto y el mismo porcentaje alertó sobre una infraestructura deficiente, sobre todo en el transporte público.

¿Cómo empezar a solucionarlo?

Este análisis ha sido llevado a cabo por una serie de grupos de discusión con las jóvenes, 11 estudios de caso y 17 entrevistas a expertos. Y de él se extraen una serie de recomendaciones para abordar la problemática y construir una ciudad más segura e inclusiva. Comenzando por educar en igualdad en las instituciones, el ámbito familiar y las escuelas, las chicas piden también educación sexual para disponer de información y herramientas para mantener relaciones sanas y en igualdad, así como la colaboración de los hombres y chicos en la lucha por la igualdad, empatizando con sus experiencias.

En el plano público, los expertos señalan que es "necesaria la planificación urbana apostando por la inclusión de las mujeres". Las chicas solicitan que los medios de comunicación cambien la narrativa sobre el acoso callejero, para poner el foco en la persona que ejerce el acoso y no en quien lo recibe, y que la sociedad condene todas las formas de acoso y abuso. En este sentido, también piden una revisión del código penal que admita como delito todas las formas de violencia, entre las que se incluye el acoso en la vía pública, para que las fuerzas de seguridad puedan y sepan actuar al respecto

De este modo, el Ayuntamiento de Madrid se ha comprometido ya con la seguridad de las jóvenes a través de un convenio para llevar adelante programas de Ciudades Seguras. Madrid ha puesto en marcha campañas de comunicación para visibilizar la gravedad y sensibilizar a la población sobre el acoso callejero como "No es No, Madrid libre de violencias machistas", que incluye información para las chicas de dónde pueden pedir ayuda y cómo denunciar. También existe un programa de "puntos Violeta" para instalar lugares de referencia para las chicas en todas las fiestas de barrio y se ha empezado a trabajar protocolos para los festivales de música.

Pese a ello, Madrid es una ciudad segura

Es cierto que las jóvenes madrileñas participantes no se sienten seguras en la ciudad y, por tanto no son libres. No obstante, la capital española "está entre las cinco ciudades más seguras del mundo. Es una ciudad absolutamente segura", según afirmó también este martes la alcaldesa de la capital, Manuela Carmena, en el marco del II Foro Mundial sobre las Violencias Urbanas y la Educación para la Convivencia y la Paz que se desarrollará hasta mañana.

Asimismo, "el tipo de acoso que las chicas reportan en Madrid es el de menor intensidad. Es más una situacion de incomodidad que de riesgo. Les genera un momento de indefensión porque hay veces que la cosa empieza por un ‘piropo’ y nunca se sabe como va a terminar", relata Sánchez, quien compara Madrid con las otras ciudades donde se ha realizado el mismo estudio: Nueva Delhi (India), Hanoi (Vietnam), El Cairo (Egipto), Kampala (Uganda), Nairobi (Kenia), Lima (Perú), San Francisco (Paraguay) y Honiara (Islas Solomon).

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