El jurado popular encargado de juzgar en la Audiencia Provincial de Guadalajara el cuádruple crimen de Pioz ocurrido en agosto de 2016 ha declarado culpable a Patrick Nogueira, de 21 años, de matar y descuartizar a sus tíos y a los hijos de estos, de 1 y 4 años.

Tras prácticamente dos días de deliberación, pasadas las 20.00 horas de este sábado, los nueve miembros del jurado popular —compuesto por siete hombres y dos mujeres— han considerado a Nogueira culpable de "haber dado muerte" a los cuatro miembros de la familia "intencionadamente".

La deliberación comenzó en la mañana del viernes y el jurado le entregó a la magistrada, Elena Mayor, el acta del veredicto, aunque esta se lo devolvió por "falta de motivación" en algunas de las respuestas del objeto del mismo, por lo que nuevamente los miembros del jurado han tenido que volver a deliberar durante la jornada de este sábado.

Una vez conocido el veredicto, será la jueza quien dicte sentencia en los próximos días, imponiendo las penas pertinentes al acusado según el mismo y ante el veredicto de este sábado podría enfrentarse a la prisión permanente revisable, petición que solicitan tanto la Fiscalía como las acusaciones particulares, al ser dos de las víctimas menores y tratarse de un asesinato múltiple.

A pesar de que no existe todavía sentencia firme, la defensa de Nogueira, que pedía una pena de 40 años de prisión, ha confirmado su intención de recurrirla.

A lo largo del juicio, que comenzó el pasado 25 de octubre, declararon decenas de testigos, peritos y agentes de la Guardia Civil, y también se leyeron los macabros mensajes de Whatsapp que el asesino confeso se escribía con un amigo de Brasil mientras perpetraba el crimen. "Pensé que me daría asco pero soy un enfermo de verdad", aseguraba.

El jurado popular considera probado que las cuatro muertes fueron asesinatos al existir alevosía e intencionalidad, y ha afirmado que las víctimas no tuvieron posibilidad de defensa.

Además ha contemplado el ensañamiento con los menores, al dar por probado que estaban presentes en el momento de la muerte de su madre, tal y como solicitaba la acusación.

Asimismo, no ha considerado ningún atenuante, y ha precisado que ha quedado probado que los hechos se realizaron "con plena conciencia de lo que se hizo e impulsividad nula".

El tribunal del jurado también afirma que el acusado "tiene la capacidad de discernir y tiene plena conciencia de lo que hizo y que quería hacerlo", como lo ratifican los propios informes y también los WhatsApp a su amigo Marvin, pruebas a las que el jurado le ha otorgado un valor importante.

En relación a la prueba diagnóstica del PET TAC aportada por la defensa, según la cual el procesado tiene un daño en el cerebro, el jurado cree que "no es concluyente", y aunque sí estima que el acusado tiene una anomalía, esta "no interfiere en su capacidad de decidir".

Además, han señalado que Nogueira intentó huir a Brasil a razón de los hechos que había cometido, insistiendo en que no hubo arrebato.

En el único punto en el que este jurado no ha tenido unanimidad es en la llegada de Nogueira con unas pizzas a la casa familiar. De este modo, el jurado no da por probado que el acusado se aprovechara del abuso de confianza con respecto a sus familiares para compartir las pizzas con ellos.

Por último, ha manifestado que no procede la revisión de las penas ni la petición de indulto.

Tanto el Ministerio fiscal como las acusaciones han mantenido su solicitud de pena de prisión permanente revisable porque dos de los asesinados eran menores, mientras que la defensa ha pedido una condena de 40 años de cárcel.

El acusado, en su último turno de palabra, pidió perdón, admitió los hechos, dijo que había causado mucho sufrimiento pero que él también sufría, y puso de manifiesto que quería cambiar y recibir tratamiento.

En sus conclusiones definitivas, la fiscal rechazó la existencia de un posible daño cerebral en Nogueira y subrayó que solo los peritos de la defensa sostenían esa teoría, mientras que los psicólogos y forenses públicos y los citados por la acusación no la contemplaban.

Asimismo, señaló que el encausado no actuó con impulsividad, sino que "todo fue planificado, planeado previamente". La abogada de la defensa, sin embargo, trató de demostrar que Nogueira "tiene el cerebro enfermo que le lleva a esta situación".

Los hechos juzgados ocurrieron el 17 de agosto de 2016, cuando Patrick Nogueira acudió al chalé de Pioz donde vivía su tío, Marcos Campos; su mujer, Janaina Santos —ambos de 39 años y procedentes de Brasil— y sus dos hijos, de 1 y 4 años de edad, y acabó con la vida de toda la familia.

A los dos adultos los mató, descuartizó y metió en bolsas de plástico y a los dos niños, tras asesinarlos, los guardó también en bolsas de plástico.

Los cuerpos sin vida de los cuatro miembros de la familia no fueron descubiertos hasta un mes después, el 17 de septiembre de 2016, cuando un empleado de mantenimiento alertó a los vigilantes de seguridad de la urbanización del mal olor que procedía de la vivienda.