Coincidiendo con el Año Europeo del Patrimonio Cultural 2018, el pasado mes de enero, en el marco del Foro Económico Mundial de Davos, la Conferencia Internacional de Ministros de Cultura suscribió este documento que define una posición común europea en pro de la calidad del entorno construido, crucial para dirigir las transformaciones urbanas, impulsadas tanto por las políticas europeas como las de sus estados miembros, y las estrategias y agendas urbanas correspondientes que transformarán nuestras ciudades en los próximos años.

Según se afirma en el Manifiesto, en Europa se ha procedido a una "pérdida de valores en los procesos urbanos y creación de ciudad y cómo se han posicionado los mecanismos económicos por encima de los culturales, sociales y medio ambientales".

En consecuencia, la Declaración de Davos pretende volver a poner el foco "en el fomento de la calidad del espacio construido, con una perspectiva integral", así como la promoción de las políticas públicas que lo impulsen, desarrollen y sitúen en el centro de las transformaciones urbanas.

"MANDATO INELUDIBLE"

A ello se ha referido el presidente de la Junta General, Pedro Sanjurjo, quien además de agradecer a la decana del Colegio de Arquitectos de Asturias, Sonia Puente Landázuri, la invitación para adherirse a este documento, ha calidficado como "un deber" de todos los grupos parlamentarios que integran la Cámara "reclamar la necesidad de nuevos planteamientos para dar forma a nuestro entorno construido, arraigados a la cultura, que fomenten activamente la cohesión social, que garanticen la sostenibilidad medioambiental y que contribuyan a la salud y al bienestar de todas las personas" en una Asturias aquejada por la pérdida de población y el vaciamiento de las zonas rurales".

En su opinión, "trabajar para proporcionar a la ciudadanía unas condiciones de vida sostenibles, proteger el medio ambiente, avanzar en la superación de los desequilibrios territoriales, mejorar la salubridad, o hacer uso de los recursos de una manera sostenible para favorecer el desarrollo de las generaciones futuras es un mandato ineludible", que ha de llevarse a efecto marcando "pautas de actuación para la sociedad, los agentes productivos y las propias administraciones que eviten poner en peligro el bienestar de las generaciones venideras".

Tras la proyección de un vídeo con ejemplos del espacio construido en Asturias, cerró el acto Sonia Puente Landázuri, que explicó que el Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias busca, con la firma de este documento, "superar las barreras individualistas de las competencias profesionales exclusivas y de las disputas partidistas, cohesionándonos a través de la Arquitectura en su más amplia acepción, como la disciplina que construye la ciudad: un bien de interés público en el ámbito cultural y de innovación tecnológica y social, que al igual que otros bienes de la misma naturaleza, como la sanidad o la educación, debe protegerse y fomentar su calidad".

Junto al presidente de la Junta General y la decana del Colegio de Arquitectos de Asturias, suscribieron el Manifiesto de Davos Marcelino Marcos (portavoz del Grupo Parlamentario Socialista), Agustín Cuervas- Mons (portavoz del Grupo Parlamentario Popular), Enrique López (portavoz del Grupo Parlamentario Podemos Asturies), Concha Masa (portavoz del Grupo Parlamentario de Izquierda Unida), Carmen Fernández Gómez (portavoz del Grupo Parlamentario Foro Asturias) y Diana Sánchez (portavoz del Grupo Parlamentario Ciudadanos).

Al acto, celebrado en el Salón Europa, ha asistido también Matxalen Acasuso Atutxa, en representación del Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España, las diputadas asisten las diputadas Carmen Eva Pérez Ordieres, Nuria Devesa, Margarita Vega, Dolores Álvarez Campillo y Nino Torres, del Grupo Parlamentario Socialista; Rafael Alonso, del Grupo Parlamentario Popular y Patricia García Villanueva, del Grupo Parlamentario Foro, así como un buen número de profesionales de la arquitectura, de la cultura y otros sectores de la sociedad.

La Declaración plantea la necesidad de fomentar, bajo la denominación de 'Baukultur', el espacio construido de calidad, en su acepción más amplia, cultural y urbana, con una perspectiva integral. En este sentido, aboga por aplicar un diseño consciente y deliberado para cada actividad de construcción y paisajismo, dando prioridad a los valores culturales por encima de los beneficios económicos a corto plazo, y considera que la forma en la que se da uso, se mantiene y se protege el patrimonio cultural es una "parte crucial en el futuro desarrollo de un entorno construido de alta calidad".

Además de por la Comisión Europea y el Consejo de Europa, la Declaración de Davos ha sido suscrita por la gran mayoría de los gobiernos de la UE y de las comunidades autónomas de España y entidades como la Unesco, el Consejo de Arquitectos de Europa y los colegios de arquitectos de nuestro país.