Isabel Pantoja niega el enfado con Isa: "La realidad es muy diferente"

  • La tonadillera, atenta al estreno de Kiko en Nueva York, marca distancias con la polémica sobre su hija.
  • "No es cierto", insiste.
La cantante Isabel Pantoja durante el bauitzo de Carlota Rivera Rosales en Sevilla.
La cantante Isabel Pantoja durante el bauitzo de Carlota Rivera Rosales en Sevilla.
GTRES
La cantante Isabel Pantoja durante el bauitzo de Carlota Rivera Rosales en Sevilla.

Está cansada de ser la protagonista involuntaria de fábulas que se escriben muy a su pesar. Isabel Pantoja observa el despiece que se ha hecho a la última entrevista televisiva de su hija Isa. Los maledicientes advierten de que la penumbra se cierne de nuevo sobre la familia. Refieren que Isabel está molesta y enrabietada con su hija por haber salpimentado su entrevista con asuntos demasiado privados. No es cierto. Isabel no tomó como ofensa las declaraciones inocentes de Isa. No han desempolvado los fusiles ni están al borde de la guerra.

Considerar que una confesión fue realizada a destiempo no se puede traducir en ese enfado catastrofista que sostienen algunos para seguir teniendo relevancia mediática. Según he podido constatar, no hay crispación entre madre e hija. Más bien todo lo contrario. Han recuperado la fluidez comunicativa. Se interpelan, sí, pero lo hacen sin rencores ni dobleces: "No es cierto que esté enfada con mi hija, la realidad es muy diferente, pero no puedo hacer caso a todo porque acabaría enferma", me dice Isabel Pantoja con la templanza que sugiere la verdad.

El soniquete de su voz evidencia que, además de una gripe pasajera, está dispuesta a seguir con los planes establecidos. Tiene muchos proyectos, pero su prioridad ahora es cuidar de su madre. A ella, doña Ana, le dedica todo el tiempo. Es hija antes que artista. Por eso no le importa brillar menos de lo que debería. Su familia sigue siendo lo primero.

Tanto es así que Isabel, la madre orgullosa que es, también estuvo pendiente del estreno americano de su hijo Kiko. Llegó, actuó y triunfó. Nueva York fue España durante unas horas. Encandiló al público neoyorquino, sibarita per se, con una compilación entre el reguetón y los clásicos nacionales. Convenció, con ovación final y maratón de selfis, en una noche que sirvió para demostrar que ya no solo es el hijo de la Pantoja sino un pinchadiscos con incipiente proyección internacional.

Abrumado por el éxito, pero feliz por el resultado, Kiko ya tiene una oferta en firme para volver a los Estados Unidos. Será poco después de que estrene el videoclip de su nuevo single, Mentirosa, grabado en la ciudad de los rascacielos, repleto de bellas mujeres y cierto aire flamenco. Sorprenderá, incluso, a los más críticos.

Romper el silencio de Bosé

En una semana tan Pantoja, tan cañí, sigue siendo noticia la separación de Miguel Bosé y Nacho Palau. Bosé prepara su desembarco en España dispuesto a disparar judicialmente. Aunque le han ofrecido 250.000 dólares por conceder una entrevista, baraja la opción de un comunicado incontestable.

Atisbo un final con exceso de beligerancia. Miguel no está por la labor de doblegarse ante lo que considera "una traición inexplicable" que le ha dejado hundido, triste y enfurecido. Aún así, me aseguran que busca la forma en la que sus hijos convivan juntos, en Madrid, durante la próxima primavera. No es tan fiero el león como lo pintan...

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