Por primera vez, la vivienda supera al turismo como el problema más grave de Barcelona en opinión de las personas preguntadas en la última encuesta de servicios municipales de la ciudad, presentada este martes por el primer teniente de alcalde Barcelona, Gerardo Pisarello.

Esta preocupación por el acceso a la vivienda y el ascenso del precio del alquiler es más fuerte, a tenor de los resultados del estudio municipal, en los barrios que más están sufriendo el proceso de gentrificación (expulsión de los habitantes, que son sustituidos por nuevos residentes con mayor poder adquisitivo). Es el caso de Gràcia y el Eixample.

Los resultados de la edición número 33 de esta encuesta surgen de las respuestas de más de 6.000 entrevistas a ciudadanos. El problema del acceso a la vivienda sube seis puntos respecto a 2017 y este 2018 es citado como su principal preocupación por el 12,8% de los preguntados. El turismo se sitúa como segundo problema por un 10,3% de los encuestados, bajando cinco puntos respecto a 2017, cuando figuraba como el primer quebradero de cabeza para los ciudadanos.

En tercera posición se coloca este año el tráfico, con un 7,4%, manteniéndose en los porcentajes respecto a las respuestas de 2017. Y en cuarto lugar aparece la política (el encaje de Cataluña en España) subiendo cuatro puntos hasta el 5,8%. En quinta posición también figura la inseguridad, citada por el 6,6% de los encuestados (a principios del presente mandato de Ada Colau llegaba al 10%). Por barrios, la inseguridad encabeza el ranking con un 10,5% y el acceso a la vivienda se queda en cuarta posición con un 6,6%.

La inseguridad es el problema más grave en 6 de los 10 distritos de la ciudad: Ciutat Vella, Sants-Montjuïc, Horta-Guinardó, Nou Barris, Sant Andreu y Sant Martí cuando en 2017 solo lo era en tres distritos. En Ciutat Vella, además, la preocupación por las drogas crece el 4,4% de 2017 al 13,7% actual.

Por distritos, el turismo encabeza las preocupaciones de los habitantes del Eixample y Ciutat Vella mientras que la vivienda es recurrente entre los residentes en Sarrià-Sant Gervasi, Gràcia y Horta-Guinardó.

En Nou Barris aparece la inquietud por el paro y las condiciones de trabajo, que es citado como el problema personal más grave por un 14% de los participantes en la encuesta. El encaje de Cataluña en España es también la principal precupación personal para un 9,1% de personas, 6,7 puntos más que en 2017.

Pisarello ha destacado la nota media de satisfacción por vivir en Barcelona, que es del 7,8 sobre 10. En los barrios, la puntuación aumenta hasta un 8,1 sobre 10 de media, con un 7,3 en Ciutat Vella y un 7,8 en Nou Barris.

Respecto a la imagen actual que da la ciudad, un 34,8% opina que ha mejorado en los últimos años frente a un 37,9% que cree lo contrario, que ha empeorado, una visión que se ha incrementado en 6,7 puntos. La valoración global de la gestión municipal del Consistorio de Ada Colau es de un 6,6 sobre 10, con ligeras variaciones por distritos: un 6,3 en Ciutat Vella y un 6,9 en Sant Andreu y el Eixample.