La población de palomas crece un 14% y ya hay 26.000 aves en la ciudad

  • Las descargas de cereal en los muelles, principal causa de la superpoblación.
  • La empreas Locus Avis reclama medidas para bajar el censo.
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Las descargas de cereal en los muelles, polémicas por los fuertes olores que dispersan por la ciudad, han elevado, por primera vez en ocho años, la población de palomas en la ciudad.

El cereal, a su disposición 24 horas como en un supermercado, ha aumentado el censo de estas aves y si desde el año 2000 el número de palomas iba disminuyendo, este año los expertos de la empresa Locus Avis, que depende del Ayuntamiento, ya hablan de superpoblación.

«Ha habido un repunte del 14% con respecto al año pasado y suman un total de 26.000 aves», explica uno de sus biólogos.

A pesar de los esfuerzos de los expertos por controlar la población de palomas, sin la colaboración del Puerto creen que es una tarea perdida. Por eso, desde el Ayuntamiento instan a la Autoridad Portuaria a tomarmedidas.

«Al haber tanta comida, la población llega a unas cifras muy superiores a las que habría si sólo comieran de lo que encuentran por el suelo», dicen.

Pueden criar en cada rincón

Todos los días miles de palomas acuden a los muelles a atiborrarse de cereal. Y después del almuerzo, se dispersan por el centro, donde los edificios en ruinas (con ventanas rotas, tejados destartalados...) les sirven de cobijo para preparar sus nidos.

«A veces, en una misma casa se establecen auténticas colonias con decenas de ejemplares», dicen desde Locus Avis.

Sus zonas favoritas, por el amplio número de edificios antiguos, son la Ciudad Vieja y Pescadería. Además, desde la Concejalía de Medio Ambiente explican que estos animales son muy inteligentes, porque cualquier esquina les vale para alimentar a sus crías. «Un simple rincón en una fachada les sirve», afirman los técnicos del Ayuntamiento.

Y con el todo vale de las palomas llegan también las quejas de los vecinos por el ruido que causan estas aves al aparearse y sobre todo, por sus continuas defecaciones, que degradan las fachadas y ensucian las calles.

Barreras antipinchos

Un arma perfecta para que estas aves no se instalen son los pinchos o barreras antipalomas. Se instalan en edificios municipales aunque, según explicaron desde el Ayuntamiento, este año se colocarán en todo tipo de edificios bajo petición vecinal (y en casos graves de suciedad). En los presupuestos hay una partida para este fin de unos 8.000 euros.

Además de los pinchos, la empresa Locus Avis se encarga de atender las reclamaciones vecinales. Con una llamada al 010 se concierta una cita, y los técnicos visitan el edificio afectado y dan consejos sobre las mejores medidas para minimizar la presencia de palomas: arreglar desperfectos, colocar redes en los patios...

Excrementos de hasta diez centímetros Ô Las defecaciones de estos animales son continuas, y según los expertos hubo años en los que en los parques de la ciudad se podían ver excrementos de hasta diez centímetros de espesor sobre los bancos.

Según un estudio de la Universidad de Murcia y el CEU de Madrid, sus excrementos contienen un parásito llamado microsporidia que en el caso de ser ingerido (por los niños en zonas de juego) puede provocar diarrea e incluso hepatitis. Y sus plumas pueden perjudicar a las personas que padezcan asma.

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