La evaluación de riesgos laborales se cumple en las pequeñas y medianas empresas de Castilla y León, pero muchas veces, sólo en el papel.
La mitad de las empresas visitadas en los últimos cinco años por técnicos de UGT tenían un plan de evaluación de riesgos, obligatorio por ley, que era un mero documento administrativo que ni se cumplía ni era real.
También se han encontrado con reticencias para fijar plazos, responsables que controlen que se cumple el plan o que las revisiones médicas sean específicas.
Otra de las pegas pasa por la formación de los trabajadores. Un tercio de los empleados no ha recibido formación específica en materia de prevención de riesgos laborales.
Los datos pertenecen al balance del programa de visitas a empresas que técnicos de UGT han hecho desde 2003.
Lo que ha bajado en este tiempo es el índice de accidentes en algunos sectores como en las fábricas de productos metálicos y la construcción.
Sin embargo, el índice de accidentes mortales es en Castilla y León, 7 siniestros por cada 100.000 habitantes, más alto que en la media española (5,4).
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