En un comunicado, y con motivo de la celebración, este lunes 29 de octubre, del Día Mundial del Ictus, el Colegio ha destacado que cada año sufren un ictus cerca de 5.300 personas en Castilla-La Mancha y unas 120.000 en toda España, de las que en torno a un 30 por ciento pueden perder la vida a causa del episodio y cerca de un 40 por ciento adquiere una discapacidad más o menos limitante.

Según el Colegio, la gran mayoría de los 330.000 pacientes españoles que han sobrevivido a un ictus presenta algún tipo de discapacidad permanente. En el caso de las enfermedades neurológicas y en especial del ictus, los programas de fisioterapia son "imprescindibles en la recuperación física y emocional del paciente".

En concreto, explica que la fisioterapia propone ejercicios para trabajar la coordinación estática y dinámica, el equilibrio, la musculatura facial, la motricidad fina de las manos, el aprendizaje de posturas correctas y de las trasferencias, así como la reeducación de la marcha, adaptándose siempre a las necesidades y grado de tolerancia al ejercicio de cada paciente.

"Gracias a la fisioterapia los pacientes pueden minimizar los déficits o discapacidades adquiridas tras la enfermedad, así como facilitar su incorporación a la vida social. En este proceso es importante contar con una buena actitud, así como la colaboración de la familia, muy importante en el aspecto psicológico", han destacado desde el COFICAM.