Una encuesta realizada por la Fundación Franz Weber y la asociación Libera ha desvelado que el 87 por ciento de los gallegos está en contra de las granjas peleteras en la Comunidad.

Según informan las organizaciones, el estudio se ha realizado entre los días 5 y 23 de octubre a un total de 600 personas a través de llamadas telefónicas y entrevistas a pie de calle en las que se les planteaba la siguiente cuestión: "¿Considera que se deben reconvertir las granjas peleteras por su impacto sobre animales y medio natural?".

Así, los animalistas celebran que, en Galicia, el rechazo a estas instalaciones ha aumentado "en cuatro puntos" desde la última encuesta, celebrada en febrero de 2016 a 400 ciudadanos.

"En dos años de campaña han sido miles las personas que se han sumado al compromiso de no adquirir productos peleteros o conformados por partes de estos, como algunos abrigos que contienen piel animal, mientras que la Xunta no ha legislado en absoluto para restringir el número de granjas o sus condiciones de bienestar animal y seguridad", esgrimen las asociaciones.

En este sentido, los animalistas contrastan esta actitud de la Administración autonómica con los "avances logrados en Europa". Según explican, República Checa y Serbia prohibirán estas granjas en 2019, mientras que Bélgica ha anunciado lo propio para 2023, Holanda para 2024, Noruega en 2025 y Bosnia-Herzegovina en 2029.

Y es que, para la Fundación Franz Weber y Libera, resulta "obvio que con 31 granjas peleteras" que, calculan, hay actualmente en Galicia, la Comunidad "se ha convertido en el refugio de las empresas que se marchan de otros países del continente".

CASI 260.000 ANIMALES EN EXPERIMENTOS

Por otra parte, las organizaciones alertan de que entre los años 2014 y 2017 fueron utilizados para la experimentación en Galicia casi 260.000 animales, desde ratones -la "amplia mayoría"- hasta perros, ovejas o cerdos.

Los animalistas aseguran que estas cifras figuran en documentación entregada por la Xunta como respuesta a una solicitud de información. Así, ambas organizaciones consideran que el Ejecutivo autonómico "debería promocionar una verdadera estrategia de reducción" de estos procesos.

El Gobierno gallego "podría conformar una verdadera plataforma libre de experimentación animal para atraer jóvenes investigadores y fomentar las patentes conjuntas para el combate de dolencias y enfermedades bajo criterios de no emplear animales en el proceso de búsqueda de resultados", sugieren.