El pleno del Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado este viernes iniciar el expediente para contratar el servicio de recogida de residuos y de limpieza, que entrará en vigor en noviembre de 2019 y cuenta con un presupuesto de licitación de más de 2.400 millones de euros para ocho años -prorrogable a dos más-, siendo el contrato más grande del consistorio.

El contrato ha prosperado con el apoyo del Gobierno de BComú y también del PDeCAT -que alcanzó un acuerdo con el ejecutivo-, de ERC, PSC y los dos concejales no adscritos, mientras que Cs y PP se han abstenido, y la CUP ha votado en contra.

El contrato en base al que se convocará la licitación del servicio para los próximos años prevé que se diseñen contenedores que mejoren la seguridad -por lo que podrían ser más bajos para que los peatones y los vehículos mejoren su visibilidad- y que incorporen tecnología que permita premiar el reciclaje.

Así, prevé que los nuevos contenedores inteligentes incluyan sistemas que permitan aplicar en el futuro mecanismos para incentivar la correcta separación selectiva de la basura, con el objetivo de pasar del actual 36% al 60% en 2030, y otras tecnologías como sensores que avisen de cuando estén llenos, lo que permitirá mejorar las rutas.

El contrato -que se había retirado del pleno en dos ocasiones por falta de apoyos- incluirá automatismos de control permanentes para prevenir fraudes y mejorar el control público, después de casos que se han producido en los últimos años, ha señalado la teniente de alcalde Janet Sanz, que ha defendido que este es "el mejor contrato de limpieza que ha tenido Barcelona".

Ha resaltado que el nuevo contrato prevé también la posibilidad de incrementar la recogida puerta a puerta; la limpieza de focos de suciedad identificados; que el contenedor amarillo pase a ser para todos los productos de plástico y metal y no sólo de envases, y que los vehículos de recogida sean menos contaminantes y menos ruidosos.

Desde el PDeCAT, Francina Vila ha pedido al Gobierno municipal no hacer demagogia y asegurar que Barcelona sigue siendo referente en este ámbito manteniendo siempre la calidad del servicio, y Santiago Alonso (Cs) ha puesto en duda la eficacia del contrato: "Tenemos muchas dudas de que funcione y de que presente respuestas a la necesidad de mejora de la limpieza en la ciudad".

El republicano Jordi Coronas ha señalado que su grupo ha pedido incorporar medidas en el contrato, como reforzar la recogida puerta a puerta, y el socialista Daniel Mòdol ha dicho que esta aprobación llega tarde, algo que también ha criticado el líder municipal del PP, Alberto Fernández.

El dirigente popular ha dicho que este "retraso obligará a la prórroga" del contrato actual, mientras que Pere Casas (CUP) ha lamentado dejar tantos recursos en manos privadas a las que no les importa realmente la salud ni la higiene de la ciudad, tras lo que los concejales no adscritos Gerard Ardanuy y Joan Josep Puigcorbé han expresado su voto favorable.