El Moll de l’Energia será el espacio del Port donde se descargue el agua que llegue en los barcos-cisterna si la sequía obliga a ello. De momento, el suministro de agua de boca está asegurado hasta el mes de junio. La Agencia Catalana del Agua y Agbar instalarán en esta zona tres atracadores para que amarren los buques y se les conecte a una cañería de tres kilómetros, que a su vez estará conectada con la red central de suministro situada en la calle A de la Zona Franca. Una parte del agua que llegue a Barcelona será tratada en la potabilizadora que Agbar tiene en Sant Joan Despí, a la que accederá por una cañería de 7,5 kilómetros. Todo este despliegue no le costará nada a la Autoridad Portuària de Barcelona. Ayer, el Port hizo público que obtuvo un beneficio de 73,2 millones de euros en 2007, más del cuádruple de lo que consiguió el año anterior.