Nueve de cada diez hogares de Baleares revisa su botiquín con cierta regularidad, y en el 95 por ciento de los casos retira algún medicamento caducado o en mal estado de conservación, según datos del sistema de recogida Sigre.

El 97 por ciento de los ciudadanos baleares considera que tirar los restos de medicamentos a la basura o por el desagüe perjudica "bastante o mucho" al medio ambiente.

Baleares dispone de 437 Puntos Sigre: 352 en Mallorca, 42 en Ibiza, 39 en Menorca y cuatro en Formentera. Según los datos de Sigre, los ciudadanos consideran que lugar más adecuado ubicar estos puntos es la farmacia, por la cercanía al domicilio, la seguridad y la confianza en el farmacéutico.

Estos datos han sido difundidos en una rueda de prensa con motivo del 15 aniversario de los Puntos Sigre en Baleares. En el acto han participado el conseller de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca, Vicenç Vidal; el presidente de la Federación Española de Distribuidores Farmacéuticos y de la Cooperativa d'Apotecaris, Eladio González; el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Baleares, Antoni Real; y el director general de Sigre, Juan Carlos Mampaso.

"La positiva evolución que ha experimentado el reciclaje de los envases vacíos o con restos de medicamentos en Baleares, que está creciendo por encima de la media nacional durante los últimos años, es un importante logro colectivo en materia medioambiental", ha valorado Mampaso.

'MÀ A MÀ PER UN MÓN MILLOR', NUEVA CAMPAÑA DE SIGRE

Sigre lanza este otoño en Baleares la campaña 'Mà a mà per un món millor', con el lema 'Gràcies per donar un cop de mà', para concienciar a la ciudadanía sobre la importancia de colaborar en el correcto reciclado de los envases vacíos o con restos de medicamentos.

La campaña servirá para informar al ciudadano sobre qué depositar en el Punto Sigre de la farmacia y agradecer su colaboración.

En los Puntos Sigre se deben depositar, al acabar un medicamento, el envase vacío (blíster, frasco, tubo, aerosol, etc.) junto con su caja de cartón; al finalizar un tratamiento, el envase con el resto de medicación que haya podido sobrar, siempre dentro de su caja; y al revisar el botiquín, los medicamentos caducados, en mal estado de conservación y los que ya no se necesiten.

Además, Sigre ha destacado "el compromiso del sector farmacéutico para proteger el medio ambiente y fomentar el uso responsable del medicamento, prestando una especial atención al cumplimiento de los tratamientos con antibióticos".