En una nota, el alcalde ha manifestado su confianza en que cualquier tipo de acuerdo incluya un tránsito por la frontera lo más fluido posible, ya que lo contrario supondría graves perjuicios para La Línea de la Concepción y sus ciudadanos.

A su juicio, el gran temor que existe es que una vez se culmine la llegada del mes de marzo de 2019 y que Gibraltar pase a ser un territorio no europeo, la aplicación de la normativa impida que los tránsitos sean fluidos, lo que provocaría un serio problema para la ciudad.

"Pase lo que pase, seguimos siendo españoles y ciudadanos de la Unión Europea, con una situación en que nuestra economía es totalmente dependiente de la de Gibraltar", ha afirmado el alcalde, que ha añadido que "cualquier situación adversa que provoque trabas en el paso fronterizo, cierre de empresas o despido de trabajadores, puede empeorar la situación de una ciudad como La Línea, con unos niveles de desempleo por encima del 30 por ciento y unos problemas añadidos por situaciones de narcotráfico y contrabando, entre otros".