La actuación ha consistido en la reforma de dos centros de transformación, la sustitución de los aparatos convencionales por cabinas de nueva tecnología y el cierre de una anilla eléctrica con la interconexión de diversas instalaciones que ha comportado la renovación de 560 metros de cableado subterráneo.

El cierre permite que en caso de incidencia en una de las líneas principales, se pueda dar servicio a los clientes afectados por una vía alternativa.