En el PP saben que la sombra de la corrupción es alargada y ya están dando pasos para intentar dejarla atrás. El Comité Ejecutivo del partido ha aprobado un nuevo Código Ético y de Conducta que endurece las normas de comportamiento interno de modo que, entre otras cuestiones, no se podrá aceptar ningún trato de favor o situación que implique privilegio o ventaja ni se permitirán regalos.

Este paso se produce meses después de que se dictara la sentencia que condenó al partido a título lucrativo en la trama Gürtel. Ahora, según apuntan desde Génova, pretenden que la normativa sea "un referente en el ámbito político" español.

La clave está en que los miembros de la formación no deberán aceptar "ningún trato de favor o situación que implique privilegio o ventaja en su condición" de pertenecer al PP ni podrán aceptar o solicitar "regalos, atenciones o liberalidades de cualquier tipo que, por su importe o causa, no correspondan a los usos y costumbres sociales y de cortesía o que puedan comprometer (o parecer que lo hacen) a quien los da y/o a quien los recibe".

En esa lista de obsequios censurados cita expresamente las entregas de dinero en metálico; las entregas monetarias a través de medios de pago asimilables al dinero y  un regalo, favor, invitación o ventaja que, en atención a su valor económico, su excepcionalidad, su exclusividad o cualquier otra circunstancia, se sitúe más allá de los usos habituales, sociales y de cortesía (como invitaciones a comidas, cenas o eventos deportivos de elevado valor económico o los viajes y estancias en hoteles de lujo).

También se llama en el Código Ético a los populares a colaborar con las autoridades públicas en el marco de sus competencias y a abstenerse de promover o realizar conductas que promuevan el odio, la hostilidad, la discriminación o violencia o el enaltecimiento de conductas delictivas.

Igualmente, la formación liderada por Pablo Casado  hace un llamamiento a la austeridad y eficiencia en materia de retribución y apuesta por unas cuentas transparentes sometidas a auditorías interna y externa con la elaboración de un informe de control interno y la publicación del informe anual realizado por el Tribunal de Cuentas.

Las normas que se recogen en el nuevo Código están encaminadas no solo a prevenir prácticas corruptas, "sino también de ser más proactivos en la detección, identificación y prevención de situaciones contrarias a la ley o que puedan parecer inapropiadas a un espectador objetivo, tal y como está demandando en estos momentos la sociedad española".

En este sentido, en el PP aseguran que también pretenden acabar con el enchufismo. Es decir, transparencia también deberá primar en la contratación con terceros, que deberá guiarse por "criterios objetivos directamente vinculados al objeto del contrato" y se prohibirá en el caso de personas o empresa "que conocidamente ostenten la condición de funcionario público o que tengan algún vínculo personal, familiar y/o de relación comercial con algún integrante del partido".

Otro de los puntos que se incluye en la recién aprobada normativa es el de cumplir con las obligaciones fiscales. Los miembros del PP deberán desarrollar su actividad de modo que la formación "cumpla con todas sus obligaciones en materia fiscal, evitando, en cualquier caso, la elusión ilícita del pago de tributos" y garantizando "el cumplimiento de las obligaciones del partido derivadas de los sistemas públicos de protección y de seguridad social".