Según ha detallado en un comunicado la institución insular, además de un mayor control sobre la gestión de los subproductos, la nueva política de precios permitirá optimizar su venta que repercutirá favorablemente sobre tarifa.

De este modo, por primera vez desde que está vigente el contrato con la empresa concesionaria Tirme, se pone orden y control a cómo se venden y se gestionan los subproductos de los residuos que entran en las instalaciones como son la chatarra, el papel-cartón, el compuesto y las escorias.

Por otra parte, esta política de precios supone un mayor control a la hora de licitar la venta, ya que se deberá atender a la normativa general de la institución. Así deberá seguir los principios de publicidad, transparencia, igualdad, concurrencia, eficiencia y no discriminación.

Además, se deberá informar previamente al Consell de Mallorca de las licitaciones y el inspector del servicio podrá solicitar estar presente durante los procesos de relación con la venta.

Igualmente, el pleno también ha autorizado a la empresa concesionaria Tirme para la contratación de los servicios de vigilancia ambiental. De este modo, la institución insular marca como se debe licitar el contrato y fija un techo de gasto de 595.000 euros, aunque solo se computarán a tarifa los costes reales.