Para ejercer multitud de profesiones en España es preciso acreditar una determinada formación académica, un requisito cuyo cumplimiento puede ser arduo para quienes han estudiado en el extranjero.

Nos referimos, sobre todo, a los inmigrantes, aunque no es imprescindible residir en España ni tener la nacionalidad para homologar los estudios cursados. El procedimiento se puede iniciar desde cualquier parte del mundo a través de la embajada.

Dos situaciones

Lo normal es que los extranjeros que inician los trámites –médicos, arquitectos o abogados, por citar algunos de los casos más frecuentes– deseen ejercer su profesión en España tras la preceptiva homologación. Pero hay otras razones: para continuar estudios de posgrado, por ejemplo, o para presentarse a ciertas oposiciones –en este caso, además, es imprescindible la nacionalidad española.

Si lo que se pretende es continuar estudios en universidades españolas, hablamos de convalidación. La facilidad y rapidez en conseguirla dependerá mucho de la combinación entre el país, la universidad y la titulación concreta. Lo que más dilata este proceso (hasta un año), así como el de homologación, suele ser la tardanza en recibir documentación desde el extranjero (certificado de asignaturas cursadas, programas de estudios).

Más información y solicitudes en www.mec.es (dentro de Títulos/convalidación y homologación) y en el teléfono 902 21 85 00.

Médicos, lo que más

Más de 15.000 solicitudes de homologación son tramitadas anualmente por el Ministerio de Educación. El año pasado 2.540 fueron de medicina, 1.003 de administración y dirección de empresas, 986 de derecho y 684 de arquitectura. Aunque la resolución sea favorable al interesado, normalmente deberá examinarse sobre asignaturas concretas o incluso de toda la carrera. También se le puede exigir cierta formación complementaria. Por países, éstos fueron los que más solicitudes presentaron en 2004:  Argentina: 2.551.  Venezuela: 2.137. Colombia: 1.640. Perú: 1.168.