Para un fan, conocer a su ídolo es todo un acontecimiento donde, a veces, los nervios te juegan malas pasadas. Es lo que le pasó a Pablo Motos en el programa de este jueves con la visita de Rick Astley, que la emoción por hacer una buena entrevista y agradar al cantante británico fue más que visible.

Astley llegó a El hormiguero para presentar su último disco, Beautiful Life, aunque la mayoría del público le recuerda por su éxito de 1987, Never Gonna Give You Up y Pablo Motos le contó que en su juventud fue DJ y que muchas veces sus canciones le "salvaron la noche", y es que el presentador se ha declarado un gran fan del cantante afirmando que "es una visita que me hace especial ilusión".

El británico triunfó con en los 80 con Never gonna give you up, pero después, lo dejó: "Fui padre y empecé a pensar que el mundo del pop es maravilloso, pero que también una locura y absurdo. Al final, te cansas de él. Hay a gente a la que le ocurre después de poco tiempo y a otros, después de mucho. En mi caso, después de cinco años, ya estaba acabado", afirmó.

El presentador quiso saber por qué tomó esta decisión preguntándole si no le "gustaba ser una estrella del pop", a lo que Astley contestó que "no mucho". Y añadió: "Me encanta actuar y amo la música en directo, pero todo lo demás, las locuras y todo lo que generaba... no me gustaba nada decidí dejarlo" porque "quería estar en casa y ver crecer a mi hija", añadió.

Uno de los momentos de la noche fue cuando Pablo Motos se arrancó a tocar la guitarra para que el británico cantara su gran éxito ochentero. Astley intentó seguir al presentador, pero los nervios le jugaron una mala pasada al valenciano y al cantante le costó un poco seguirle teniendo que elevar el tono del tema varias veces, pero al final consiguieron que interpretara Never Gonna Give You Up a ritmo de rumba.