Verne Troyer fue ingresado en un hospital de Los Ángeles (Estados Unidos) el 3 de abril con una dosis de alcohol en la sangre superior al límite legal, según un informe.

Fue el propio actor, conocido por su papel de Mini Yo en Austin Powers, quien llamó al 911 diciendo que quería morir, algo que también repitió a su llegada a urgencias. Una vez allí, Troyer sufrió un colapso y sus órganos comenzaron a fallar. Su familia decidió retirarle el soporte vital el 21 de abril, falleciendo a los 49 años, afirmó TMZ.

Un médico forense de Los Ángeles ha dictaminado ahora que la muerte de la estrella, que nació con un trastorno de crecimiento, fue por un suicidio debido a una intoxicación con alcohol.

Aunque Troyer era mejor conocido por su destreza cómica, había sido sincero con respecto a ciertos aspectos oscuros de su vida, incluyendo sus luchas contra el alcoholismo. "Tuve un pequeño problema con el alcohol", le dijo al Hollywood Reporter en 2016.

Después de su excelente actuación en las películas de Austin Powers, la vida de Troyer dio un giro tumultuoso. Aunque continuó apareciendo en programas de televisión y películas, incluyendo Harry Potter y la Piedra Filosofal (2001), también protagonizó diversos incidentes por su alcoholismo.

Según Hollywood Reporter, Troyer casi muere en 2002 por una intoxicación con alcohol después de una ruptura. Tres años después, un vídeo de sus borracheras a su paso por el reality The Surreal Life se volvió viral y ahora es recordado como "uno de los mejores momentos en la historia de la televisión".

El vídeo mostraba a un Troyer ebrio dando vueltas desnudo en su silla de ruedas motorizada antes de orinar en la esquina de una habitación.

"Fue un mal período en mi vida", dijo Troyer a THR. "He aprendido de eso, y seguí adelante".

Llegamos a 2016 y Troyer ya había realizado dos viajes a rehabilitación. Aseguraba estar "sobrio", pero no en el sentido literal. "Quiero decir, bebo de vez en cuando, pero no a los extremos de antes", dijo.

En todas sus cuentas de redes sociales, las imágenes mostraban a Troyer viviendo su mejor vida. Ahí estaba, posando con burros en miniatura, jugó con pingüinos y fue atacado por perros mientras trataba de repartir golosinas.

También le gustaba sacarse fotos con personas, generalmente atletas profesionales, que a menudo eran tres veces más grandes que él. En casi todos los mensajes, Troyer sonríe ampliamente.