La Infanta Elena inauguró ayer en el Palacio Real de Madrid la exposición Caminos de Guadalupe que muestra, por primera vez fuera de su sede, los secretos del Monasterio de Guadalupe.

La duquesa de Lugo pudo apreciar las obras de Francisco de Zurbarán tituladas la Apoteosis de San Jerónimo, Las Tentaciones de San Jerónimo, Imposición de la Casulla a San Ildefonso y Fray Gonzalo de Illescas.

Durante la inauguración, doña Elena, considerada como una de las mujeres más elegantes de nuestro país, volvió a sorprender a los asistentes con un cambio de imagen que sustituye sus rizos y la inconfundible trenza por un alisado japonés.

Vestida con un elegante traje de chaqueta azul oscuro, la duquesa de Lugo llamó la atención, como ya ocurrió en su día con la princesa Letizia, por su peinado: un medio recogido más elaborado de lo habitual.