En ocasiones, la excesiva sinceridad de las estrellas de cine y televisión les juega malas pasadas, y no sería extraño que la última revelación de Sophie Turner, Sansa Stark en Juego de Tronos, le acabe pasando factura profesional en algún momento debido al puritanismo impostado de Hollywood.

En una intervención durante la pasada Comic Con de Nueva York, para sorpresa de todos los presentes, la joven actriz no dudo en revelar el vicio que compartía con su gran amiga Maisie Williams, su hermana Arya en la ficción, después de las largas jornadas de rodaje.

"Solíamos sentarnos y comer, y ver vídeos estúpidos y fumar hierba. No sé si mi publicista me matará por decir esto. Nos colocábamos y entonces nos sentábamos en la bañera juntas y nos restregábamos la cara la una a la otra para quitarnos el maquillaje. Era divertido", dijo Turner en declaraciones recogidas por Vulture.

Sobre la última temporada de la exitosa serie de la HBO, que se estrenará previsiblemente en la primera mitad de 2019, ha contado que rodaron escenas falsas y se movieron disfrazados por Croacia para evitar todo tipo de filtraciones, rumores y destripes de la serie.

También habló sobre su personaje: "Sé que digo esto cada temporada, pero Sansa realmente toma las riendas de sí misma esta temporada. Hasta ahora ha estado algo perdida en cuanto a dónde quiere estar, quién quiere ser, con quién quiere rodearse, pero en esta temporada ya se muestra muy segura de sí misma. Ella sabe lo que quiere, lo que representa, con quién quiere estar y se enfrenta a varias amenazas esta temporada. Pero bueno, veremos cómo va eso ".

Poco después de despedirse de Sansa definitivamente –o quizás casi al mismo tiempo–, los fans podrán ver a Sophie Turner convertida en una mutante desatada en X-Men: Fénix Oscura, que llegará a los cines el 7 de junio de 2019.