En un comunicado conjunto, han anunciado una serie de jornadas de protesta y movilizaciones para conseguir un aumento de estabilidad de la plantilla, "tal como Espadas prometió en su programa electoral, con el objeto de exigir servicios públicos de calidad con los que poder dar una respuesta digna a la población más vulnerable de la ciudad de Sevilla".

Los sindicatos indican que, desde el comienzo de la crisis, la población usuaria de los Servicios Sociales ha aumentado "considerablemente, así como las necesidades que manifiesta". Considera que la "solución lógica" hubiera sido reforzar la plantilla para dar respuesta a todas estas necesidades pero, sin embargo, "se ha asistido a una progresiva reducción de la misma".

"No sólo se han perdido plazas por la tasa de reposición y la imposibilidad de convocar oposiciones impuestas por el Estado hasta 2017, sino que los programas que permitían la contratación de personal, como el Zonas, atención a la dependencia, Equipos de Tratamiento Familiar (ETF) o de trabajo con inmigrantes, han comenzado a desmantelarse al contratar a sólo una parte del equipo humano necesario o al reducir su horario y duración del contrato, o ambas cosas), e incluso prescindiendo directamente de su contratación", sentencian.

Así, explican que esto ha provocado el "actual colapso" los Servicios Sociales, sobre todo en las zonas más desfavorecidas y advierten de que en algunos centros "no se puede dar cita hasta febrero, y ante la saturación, el trabajo de atención a la ciudadanía se despersonaliza y

se convierte en una mera gestión de recursos con enormes consecuencias negativas para la población de Sevilla".

Igualmente, incide en que en el Servicio de la Mujer se continúan prestando servicios a jornada parcial, con algunos equipos "enfrentándose a una demanda imposible de abarcar y sin posibilidad de realizar rotaciones". "Esto provoca que las mujeres que no pueden acudir en horario de mañana a las oficinas del Servicio de la Mujer se vean desasistidas por parte del Ayuntamiento de Sevilla", añade.

Según asegura, "las largas listas de espera de algunos equipos generan situaciones de riesgo que deberían evitarse", a lo que suma que

los servicios centrales han ido asumiendo competencias "sin el consecuente incremento de personal, lo que conlleva la imposibilidad de trabajar dignamente".

"Por todo ello, el personal municipal, como cara visible de la Administración Local, se ve sometido a la presión y a un cuestionamiento legítimo por parte de la ciudadanía, que no recibe ninguna explicación o respuesta por parte de quienes tienen la competencia y posibilidad de hacer que esto no suceda", recalca.