Colau sustituirá los antidisturbios de la Urbana por una unidad de emergencias

Dos agentes de la Guàrdia Urbana.
Dos agentes de la Guàrdia Urbana.
EUROPA PRESS
Dos agentes de la Guàrdia Urbana.

Anunció que lo haría en 2016, poco después de iniciarse su mandato, pero la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, todavía no ha eliminado la Unidad de Soporte Policial (USP) de la Guàrdia Urbana, con funciones antidisturbios, y este lunes su gobierno municipal ha hecho saber que el desmantelamiento está previsto en los últimos meses. El comisionado de Seguretat, Amadeu Recasens, ha explicado que están ultimando los trabajos para suprimirla, que a cambio crearán una nueva unidad, la de Refuerzo Policial y Emergencias (URPE), y que han tardado dos años en llegar a este punto porque los sindicatos, con los que están negociando, pidieron abordarlo con detalle después de cerrar su convenio, acordado el pasado julio.

Recasens ha asegurado que la USP no ejerce funciones de antidisturbios desde el inicio del mandato de Colau porque el orden público es una competencia de los Mossos d'Esquadra, pero sí presta apoyo puntual a otros cuerpos policiales y a otras unidades de la Urbana –por ejemplo, para desalojar las playas tras la verbena de Sant Joan–, algo que también hará la URPE. Esta, sin embargo, asumirá más tareas: velará por la seguridad cuando haya grandes concentraciones de gente –como por ejemplo las que generan conciertos o festivales–, actuará cuando haya emergencias y se encargará también de asuntos medioambientales.

Además, ha apuntado Recasens, la URPE no será reactiva, es decir, no esperará a que ocurra algo para ponerse a trabajar. "Tiene que dejar de ser una unidad que actúe a requerimiento y ser proactiva en sus funciones", ha dicho, y ha añadido que "tendrá mucha más proximidad con los barrios".

El comisionado de Seguretat ha explicado, asimismo, que actualmente la USP de la Guàrdia Urbana está formada por 150 efectivos y la URPE superará este número. "La cifra aún no se ha fijado pero serían más agentes para que puedan hacer proximidad", ha puntualizado.

Por otro lado, ha pedido no confundir a integrantes de la Urbana equipados con casco y escudo con antidisturbios, porque "la imagen de un policía con un casco puede parecer de orden público pero no". Recasens ha asegurado que otras actuaciones también requieren este tipo de equipamiento y ha vuelto a poner como ejemplo el desalojo de las playas por Sant Joan.

Críticas sindicales

La fecha exacta para la creación de la nueva unidad, prevista desde que se actualizó el Plan Director de la Guàrdia Urbana en 2016, se fijará cuando los agentes acaben una necesaria formación "específica", ha apuntado Recasens, y una vez termine el periodo de negociación con los sindicatos. Este incluirá conversaciones acerca del procedimiento para ingresar en la URPE y sobre la posibilidad de que los efectivos de la actual USP puedan pasar a formar parte de la URPE si lo desean sin necesidad de superar un examen.

Algunos sindicatos ya han expresado su rechazo a la nueva unidad, como por ejemplo el Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), que este lunes ha calificado la transformación de la USP de "aberrante" y ha denunciado que Colau "ha convertido Barcelona en la ciudad más insegura de toda España".

También la presidenta del grupo municipal de Ciudadanos (C's), Carina Mejías, ha criticado que la alcaldesa "no puede hipotecar la seguridad debilitando aún más a la Urbana disolviendo la unidad antidisturbios".

Colau pide más mossos a Buch

Colau ha afirmado que la inseguridad en el Raval relacionada con hurtos y narcopisos es competencia de los Mossos y ha lamentado que el conseller de Interior, Miquel Buch, rechazara antes del verano aumentar la plantilla de este cuerpo policial en Barcelona.

Ha dicho que confía en que rectifique en la Junta de Seguridad Local del jueves.

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