Llevan a cabo en Málaga una atresia duodenal a una recién nacida

  • Vithas Parque San Antonio ha llevado a cabo una atresia duodenal a una recién nacida. Se trata de una malformación congénita rara en la que la primera parte del intestino delgado (el duodeno) no se ha desarrollado adecuadamente, ya que no está abierto y no puede permitir el paso del contenido desde el estómago al resto del intestino.

La intervención ha sido llevada a cabo por el doctor Juan Pérez Rodríguez, cirujano pediátrico y jefe de la Unidad de Pediatría del hospital malagueño.

Según han señalado desde el centro en un comunicado, aunque su incidencia estimada es de uno cada 20.000 a 40.000 nacidos vivos, la atresia duodenal es la tercera atresia en orden de frecuencia del aparato digestivo, afectando casi por igual a hombres y mujeres.

Esta malformación congénita catalogada como rara se podría definir como un 'cierre del canal'; en este caso el canal sería la primera parte del intestino delgado (duodeno), cuya obstrucción total (atresia) impide que el contenido alojado en el estómago pasen al resto del intestino. La citada obstrucción puede ser también de carácter parcial y, en este caso, recibe el nombre de estenosis, la cual es provocada por un adelgazamiento de la luz del duodeno.

Existen varios tipos de atresia duodenal, siendo la de Tipo 1 una de las más complejas debido a que los dos cabos intestinales se encuentran separados. En este sentido, Pérez Rodríguez ha explicado que "cuando hablamos de pacientes recién nacidos la complejidad aumenta, en primer lugar, por sus propias características y, seguidamente, por el uso de anestesia".

"Aunque hay que reconocer que gracias al uso de ecografías y otros estudios radiológicos, la gran mayoría de los diagnósticos son prenatales", ha añadido.

OPERACIÓN

Esta intervención ha sido realizada a una niña con 24 horas de vida, a la que se le diagnosticó prenatalmente una atresia duodenal con una doble burbuja intestinal. Tras el seguimiento del embarazo y el posterior parto, se le realizó una radiografía de abdomen que confirmó ambos diagnósticos y dio paso a una laparotomía donde se identificó la atresia como Tipo 1; seguidamente se llevó a cabo una anastomosis intestinal que permitió el paso de contenido desde la zona anterior a la obstrucción o atresia hasta el resto del intestino.

En las primeras 24 horas de postoperatorio se inició la alimentación y a los 5 días se comprobó la permeabilidad del tránsito. Los resultados positivos de dicha evaluación permitieron la retirada de las sondas alimenticia y nasogástrica para comenzar inmediatamente la alimentación con leche materna.

La paciente recibió el alta al sexto día postoperatorio y, tras varias semanas de seguimiento, la evolución es muy favorable tolerando alimentación, sin vómitos y con una ganancia de peso normal y progresiva.

Por otro lado, han señalado que la atresia duodenal en pacientes lactantes está catalogada como una intervención compleja debido, entre otras cuestiones, a las particularidades fisiológicas de estos pequeños.

De igual modo, una vez que se haya estabilizado al bebé, el tratamiento definitivo será una cirugía del duodeno para eliminar o bypasear la parte bloqueada del duodeno. Gran parte de la complejidad de esta intervención radica en unir de nuevo el duodeno, pasando la zona de obstrucción. Esta unión de los dos cabos intestinales restablece la continuidad del intestino y después se deja pasada una sonda de alimentación a través de la anastomosis por donde se pueda alimentar al bebé inmediatamente, han detallado en el comunicado.

Así, en el caso abordado por el doctor Pérez, después de la cirugía la alimentación se administrará a través de la sonda de administración hasta que, una vez retirada esta última, el bebé esté listo para ser alimentado por vía oral.

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