La cantante Amaia Romero, ganadora de Operación Triunfo 2017, ha explicado este jueves en Pamplona que el disco que está preparando, con el productor Raúl Refree, para el que todavía no ha adelantado fecha, "va bastante bien" y "es muy personal".

La cantante es consciente de que "las expectativas son un poco altas y que no va a gustar a todo el mundo". Aun así, ella se siente muy feliz. "Sé que a mí me va a gustar y espero que a vosotros también", ha dicho

Al parecer es ella la que está componiendo todas las canciones y es por ello por lo que el disco está tardando tanto en ver la luz. "Nunca me había puesto a componer en serio ocho canciones seguidas, había compuesto pero no me había puesto así de verdad. Quería que todo fuese mío y estoy bastante contenta", ha afirmado la navarra. Ha comentado que le están dejando "muchísima libertad".

En la elaboración del disco cuenta con la ayuda del productor Raúl Refree, al que eligió porque le encanta. "Es superperfeccionista a la hora de sacar el sonido, las voces y es que me gusta todo lo que hace. Es muy versátil a la hora de hacer música, puede producir a Rosalía o a él mismo; es muy delicado todo lo que hace y me sentía muy identificada", explica.

Amaia Romero ha ofrecido este jueves una rueda de prensa en Pamplona junto a The Free Fall Banad para presentar el concierto que este jueves y viernes van a protagonizar en el Teatro Gayarre, a las 20.30 horas, con las entradas agotadas. Ambos han compartido ya escenario en el Primavera Sound.

Por otro lado, ha señalado que no está siguiendo mucho la nueva edición de Operación Triunfo: "No hemos terminado de asimilar nuestra edición, ponernos a ver una nueva es demasiado". Pero sí conoce, de antes de entrar al concurso, a Natalia, la concursante pamplonica de la nueva edición.

Ha reconocido que, tras salir de la academia, fue todo una locura, ella quería trabajar en sus canciones pero no le daba tiempo, en cambio ahora está más tranquila ya que puede centrarse en lo que de verdad quiere.

En cuanto a la influencia que tiene en muchas niñas pequeñas, explica el respeto que le da hablar sobre determinados temas, porque le da mucho miedo "meter la pata", por ejemplo al afirmar que es feminista.