Diseñan un sistema para hacer que llueva artificialmente en la costa mediterránea

Científicos de las universidades de Salamanca, Rey Juan Carlos de Madrid y Bruselas trabajan en un novedoso proyecto dirigido a favorecer artificialmente la lluvia con la intención de que pueda ser aplicado en el entorno del litoral del Mediterráneo español.
Uno de los investigadores responsables del modelo matemático delproyecto, Jesús Vigo Aguiar, de la Universidad de Salamanca, adelantóque este sistema consiste en la colocación de una tela asfáltica en una extensión de unos dos kilómetros cuadrados para favorecer el fenómeno "isla de calor".
¿En qué consiste el fenómeno isla de calor?

Se forma sobre las ciudades que, debido al asfalto, constituyen puntososcuros absorbentes de los rayos del sol, lo que causa que
la temperatura sea varios grados centígrados superior a la del área que la circunda (no urbana).

A su vez,
esta diferencia de valores hace que se aceleren las corrientes cercanas y que aumente el vapor de aguapara que, a la altura del extrarradio urbano, lugar donde cae unosgrados la temperatura, se formen nubes y se favorezcan lasprecipitaciones en forma de lluvia.

El científico de la Universidad de Salamanca señaló que diversosestudios por satélite de la NASA reflejan que en estos territorioscercanos a las ciudades (a una distancia de entre 30 y 60 kilómetros)se llegan a registrar aumentos de lluvias que, según la dirección delviento, pueden llegar a ser del 28%.

Este proyecto a partir del efecto "isla de calor", que se lograría apartir de la instalación de la superficie de tela asfáltica, estáespecialmente recomendado para las áreas donde hay riesgo derestricciones y de contaminación atmosférica por la escasez de lluvias.

Según Vigo, distintas zonas del
Mediterráneo peninsular son lugares óptimosporque, además de la carestía del recurso, también cumplen losrequisitos imprescindibles de que haga un intenso calor, haya una brisaconstante y una humedad del aire relativamente alta.

Este técnica ha sido desarrolladaen los últimos 18 meses y
se encuentra ahora en fase de experimentaciónen el desierto del Negev (Israel) dentro del proyecto Geshem, paraelevar la lluvia en las zonas áridas, aunque los científicos españolesconsideran factible que las autonomías españolas implicadas puedantambién aplicarla.

El científico declaró que
el coste de implantar una de estas estructuras es
relativamente pequeño encomparación a otras alternativas para paliar la falta de agua, comopueden ser las desaladoras, ya que para una superficie de 2 kilómetroscuadrados habría que efectuar una única inversión de unos 2 millones deeuros, sin mantenimiento ni coste de funcionamiento.

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