Según ha indicado el Ayuntamiento en una nota, el informe policial recoge que en la inspección se comprobó que había "gran cantidad de público con edades comprendidas entre los 16 y los 18 años" y se hace constar que en la sala M-100, donde se estaba llevando a cabo un concierto de rap "no existía en aquel momento ningún vigilante de seguridad", sino personal del local, a pesar de que el Decreto 258/2007 obliga a contar con este servicio cuando el aforo es mayor de 451 personas, característica que sí tiene este establecimiento.

Junto a ello, los agentes de la Policía Local han levantado acta de que "las salidas de emergencia no estaban expeditas y carecían de señalización visible". Destaca, asimismo, que "las botellas de alcohol se encontraban en la baldas a la vista de los menores".

Por todo ello, "al responsable del local se le informa de que volverán a inspeccionar el local y que tiene que mediar para la subsanación de las deficiencias detectadas por el bien de la seguridad", según concluye el informe.