Comienza en Florida el cuarto juicio contra Pablo Ibar: el juez advierte de que puede ser largo

Un agente quita las esposa al español Pablo Ibar a su llegada al tribunal en Fort Lauderdale, Florida.
Un agente quita las esposa al español Pablo Ibar a su llegada al tribunal en Fort Lauderdale, Florida.
Giorgio Viera / EFE
Un agente quita las esposa al español Pablo Ibar a su llegada al tribunal en Fort Lauderdale, Florida.

El nuevo juicio al español Pablo Ibar, acusado de un triple asesinato cometido en Florida en 1994, se inició este lunes en los tribunales de Fort Lauderdale con advertencias del juez a los posibles jurados sobre la posibilidad de que no acabe hasta enero y la complejidad del caso.

El juez Dennis Bailey abrió el proceso de selección de los 12 integrantes del jurado con el que arrancó en Fort Lauderdale, a 45 kilómetros de Miami, este cuarto juicio a Ibar, quien lleva preso 24 de sus 46 años por las muertes de Casimir Sucharski, Sharon Anderson y Marie Rogers.

Cincuenta personas, de ellas la mitad mujeres, comparecieron para la selección de los 12 jurados, los cuales tendrán la responsabilidad de decidir si Ibar es o no culpable.

El acusado, que vestía de traje y corbata, llegó encadenado por la cintura y con esposas, pero cuando empezó la sesión le dejaron las manos libres y pudo tomar notas mientras el juez explicaba a los posibles jurados su misión y el calendario de audiencias.

El hispano-estadounidense, sobrino del fallecido boxeador José Manuel Ibar "Urtain", llegó a estar 16 años en el "corredor de la muerte", pero la Corte Suprema de Florida anuló hace dos años la condena a la pena capital, porque las pruebas presentadas contra él fueron "escasas" y "débiles", y hoy Ibar es solo un acusado.

Advertencia a los jurados

El juez Bailey les advirtió a los posibles jurados que este es un caso muy complejo que probablemente se alargue en una segunda fase a partir de enero. "Necesitamos su ayuda", subrayó.

También aclaró que va a haber sesiones todos los días, menos las fiestas de Acción de Gracias y Navidad, y que ésto no es como en el cine o la televisión que se sabe cuando va a terminar. "Hay casos más complejos y toman mucho tiempo. Éste es uno de esos", dijo el juez a los convocados para la selección del jurado.

La esposa de Ibar, Tanya Quiñones, que en una entrevista con Efe este sábado dijo que van a "luchar como nunca antes" para demostrar su inocencia, no acudió a los tribunales, pero sí lo hizo su hermana, María Mercedes Quiñones, y el padre del acusado, Cándido Ibar, quien dijo a Efe que, aunque llevaban tiempo esperando el nuevo juicio, estaba "nervioso".

Joe Nascimento, uno de los abogados defensores de Ibar, señaló a Efe este fin de semana que Ibar "está preocupado, pero confía en que si la verdad reluce, podrá por fin volver a casa".

Nascimento considera que la selección de quienes deben determinar si Ibar es culpable o no de las acusaciones que se le imputan es "una de las partes más importantes" del proceso judicial.

"Es una tarea muy difícil encontrar a doce personas justas e imparciales", dice Nascimento, uno de los integrantes del equipo defensor de Ibar, que está encabezado por Benjamin Waxman.

Ibar fue sometido hasta ahora a tres juicios, de los cuales uno terminó sin que el jurado pudiera emitir un veredicto unánime, otro fue declarado nulo y un tercero, en el año 2000, concluyó con una condena a muerte que 16 años después fue anulada por la Corte Suprema de Florida, que ordenó que fuera juzgado de nuevo.

"Luchar como nunca antes"

La esposa del acusado, Tanya Quiñones, que dijo a Efe este sábado que van a "luchar como nunca antes" para que el jurado reconozca la inocencia de su esposo, confirmó que el lunes Pablo Ibar estará en el tribunal.

Tanto Ibar como Peñalver habían tenido problemas con la policía antes de 1994 por drogas. El español, si bien ha reconocido que anduvo en malos pasos cuando era joven, ha negado en todo momento haber participado en los asesinatos de Sucharski, Anderson y Rogers.

Uno de los testimonios que más daño le hizo a Ibar en el juicio del año 2000 es el de Gary Foy, un vecino de Sucharski, que reconoció al español mediante fotografías que le mostró la policía como una de las dos personas que al día siguiente de los asesinatos vio salir de la casa del empresario y en su automóvil.

En las audiencias previas la defensa trató sin éxito de que el juez dejase fuera del nuevo proceso el testimonio de Foy, con el argumento de que el reconocimiento estuvo "contaminado".

Pocas novedades

En realidad, habiendo transcurrido tantos años, es difícil que haya algún elemento nuevo para presentar en este nuevo proceso y las pruebas del anterior juicio fueron, según la Corte Suprema de Florida, "escasas" y "débiles".

La Fiscalía "no tiene hoy nada que no tuviera en el año 2000", dijo recientemente Andrés Krakenberg, portavoz de la Asociación contra la Pena de Muerte, entidad española que lucha para que se haga justicia con Ibar.

Nascimento explicó que precisamente porque no hay nada que haya cambiado, la defensa no va a pedir por ahora la libertad bajo fianza para Ibar, pues hace dos años el juez se la denegó.

Hasta el último momento del juicio la Fiscalía puede proponer a la defensa llegar a un acuerdo para que Ibar quede libre. Sin embargo, la acusación ha anunciado ya que volverá a pedir la pena de muerte y ha tratado incluso de retrasar el inicio del juicio hasta 2019.

El juez Bailey, que en un primer momento aceptó postergar el inicio, indicó después que quiere "acabar el juicio cuanto antes".

Cándido Ibar, padre de Pablo y hermano del fallecido púgil José Manuel Ibar "Urtaín", dijo estos días a los medios que, aunque sabe que su hijo es inocente, no se hace "ilusiones" con el nuevo juicio.

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